Discapacidad

Daniel Álvarez, “orgulloso” por la invención de ‘un nuevo idioma’ para las personas sordociegas

- Les permitirá comunicarse con la fluidez de la lengua oral

MADRID
SERVIMEDIA

Daniel Álvarez es el “orgulloso” padre del Dactyls, un “nuevo sistema de comunicación para las personas sordociegas” que les permitirá agilizar sus interacciones con el entorno hasta en un 80%.

De hecho, la idea es “lograr prácticamente la simultaneidad” que ofrece la lengua oral, explicó Daniel a Servimedia, muy “satisfecho” porque la ‘criatura’ acaba de ‘presentarse en sociedad’.

Frente al alfabeto dactilológico, en el que las letras se representan una a una mediante signos en la palma de la mano, Dactyls contiene signos que significan por sí mismos una palabra o incluso una expresión completa.

Incluye muchos elementos de la Lengua de Signos Española (LSE) que utilizan las personas sordas, pero apoyados en la palma de la mano; comprende también recursos del dactilológico, y está abierto a distintos recursos sonoros y visuales. “Su ordenación sigue las reglas de la lengua oral” y, según Álvarez, permite una comunicación mucho más fluida.

TRABAJO COLECTIVO

Sordo desde los cuatro años, Daniel empezó algo después con los problemas visuales, y a los 30 perdió por completo la vista. “Empecé entonces a probar distintas cosas para comunicarme. Primero representaba en la palma de la mano las letras del alfabeto latino”, recuerda, “y luego, cuando lo aprendí, utilizaba el dactilológico…”. Sin embargo, “tenía la sensación de que todo iba demasiado lento”.

Inquieto como es, Daniel no se rindió y siguió dándole vueltas. Él había aprendido la Lengua de Signos de las personas sordas y, tirando de este hilo, “el gran salto” llegó cuando inventó el primer signo que significaba una palabra completa. “Ahí me di cuenta de la rapidez que podía alcanzar”, apuntó. La semilla del Dactyls acababa de ser plantada.

Esto fue hace muchos años”, rememora, “y poco a poco y junto a muchas otras personas, fuimos añadiendo más y más signos”. Llegó el año 2015 y Daniel se sintió preparado para presentar su idea a la ONCE, que creó una comisión de trabajo a fin de impulsar y estandarizar “el nuevo sistema”.

IDIOMA VIVO

Desde entonces, “han participado muchas personas sordociegas y también intérpretes y trabajadores”, señaló Daniel, que “han ido enriqueciendo el idioma al sumar la expresión de los sentimientos, las emociones y muchas otras cosas”.

Al final, lo importante de un idioma es que varias personas, cuantas más mejor, se pongan de acuerdo y lo compartan.

En la actualidad, Dactyls incluye más de 800 términos, que han sido recogidos en una aplicación móvil realizada por la ONCE y la Universidad Complutense de Madrid, cuya presentación oficial tuvo lugar la semana pasada. Gracias a ella, se puede acceder a vídeos donde se muestra cómo representar cada signo del nuevo idioma.

Sin embargo, “este es un sistema vivo”, aclara Daniel, que “puede incorporar nuevas palabras, en función de las necesidades comunicativas de las personas”.

Hay, de hecho, una gran cantidad de vocablos que aún no cuentan con un signo propio en Dactyls y que se representan ‘letra a letra en dactilológico’. Ello no impide que, si existe acuerdo entre los usuarios, lleguen un día a sumarse al corpus del idioma, algo que sucede en todas las lenguas.

SALTO DE CALIDAD

En opinión de Daniel, este “nuevo sistema de comunicación supondrá un salto” en la vida de las personas sordociegas. Con el alfabeto dactilológico, “sentía que me perdía muchas cosas”, confiesa. “A veces no seguía bien las conferencias o conversaciones, los intérpretes no daban abasto y, sobre todo, me faltaba mucha información de contexto”. Con este sistema “se puede ir mucho más deprisa”, y eso “facilitará nuestra integración”, valoró.

Daniel, que ha dedicado toda su vida a la atención y a la defensa de los derechos de las personas sordociegas, se siente “orgulloso” por la parte que le toca de todo esto.

Fundador de la Asociación de personas sordociegas de España (Asocide), entidad que presidió durante 20 años, Daniel Álvarez ha dirigido la Unidad Técnica de Sordoceguera (UTS) de la ONCE.

Ha viajado a más de 30 países, sabe Inglés en dactilológico, está casado y tiene una hija de 19 años. Puede decirse que ha llevado una vida normal, “signifique eso lo que signifique” y, a su juicio, en parte ha sido gracias a Dactyls.

Por eso, anima a todas las personas sordociegas, a sus familiares, amigos, intérpretes y profesores a aprenderlo. “Estoy seguro de que se darán cuenta de las oportunidades que ofrece y que estarán encantados”.

De momento, la ONCE va a empezar a formar a sus 100 mediadores y se dirigirá a todos los institutos que imparten ciclos de FP de Mediación Comunicativa –y a la Universidad Rey Juan Carlos, donde se oferta el Grado de Lengua de Signos Española—para que conozcan la novedad. “Ha sido un trabajo de media vida, pero ha valido la pena”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
01 Nov 2021
AGQ/clc