Según la información remitida a los supervisores, estos fondos pretenden acelerar la electrificación y descarbonización de la compañía, que espera alcanzar una capacidad de energía renovable de alrededor de 154 gigavatios (GW) para 2030, lo que triplicaría las cifras de 2020. En este sentido, Enel ha decidido adelantar 10 años el objetivo de descarbonización y se ha comprometido a eliminar la totalidad de emisiones dióxido de carbono (CO2) directas e indirectas para 2040.

Para lograrlo, la matriz de Endesa prevé abandonar la generación de energía a través de carbón para 2027 y el gas natural antes de 2040, ejercicio en el que pretende que toda la electricidad vendida a sus consumidores sea renovable.

“El viaje del mundo hacia Net Zero está en marcha y los procesos de descarbonización y electrificación de la economía global son clave para evitar las graves repercusiones de un aumento de las temperaturas por encima de 1,5 ° C. Los escenarios publicados más recientemente coinciden en que, para alcanzar objetivos climáticos ambiciosos, la electrificación de los usos energéticos debe acelerarse junto con un despliegue masivo de energía libre de carbono”, señalaron desde la compañía.

Respecto a las inversiones más destacadas, el plan de Enel para 2030 estima una inversión de 70.000 millones de euros en energías renovables y otros 70.000 millones en infraestructuras y redes. Gracias a estas movilizaciones de fondos, Enel estima que sus clientes se beneficiarán de una reducción de su gasto energética de hasta el 40%, y una reducción de hasta un 80% de su huella de CO2 para 2030.

En este contexto, Enel calcula que el Ebitda ordinario del grupo aumentará a una tasa de crecimiento anual compuesta de entre el 5% y el 6%, y que el beneficio ordinario neto crecerá a una tasa anual compuesta de entre el 6% y el 7%.

Así, la compañía dirigida por Francisco Starace calcula que el Ebitda ordinario se situará entre 21.000 millones de euros y 21.600 millones de euros en 2024, frente a los 19.300 millones de euros previstos como máximo para el cierre de 2021. Por otro lado, el beneficio ordinario neto podría alcanzar los 6.900 millones de euros en 2024, frente a los 5.600 millones de euros estimados para el fin de este año.

Por ultimo, desde Enel señalaron que la política de dividendos se mantendrá “simple, predictible y atractiva” durante los próximos tres años, periodo en el que prevé incrementarlo en un 13%, hasta los 0,43 euros por acción. “Se espera que el crecimiento planificado de las ganancias, junto con el rendimiento de dividendos subyacente, se traduzca en un rendimiento total de alrededor del 13%”, confirmaron desde Enel.