Así lo indicó el presidente de los populares al clausurar una mesa de debate sobre los valores constitucionales en el Congreso de los Diputados, desde donde llamó a “lograr que la España de la Transición sea una patria nueva para todos los españoles de hoy”.

Casado destacó que “no puede ser que hablar de futuro sea patrimonio de los que quieren disolver España”, además de defender que “hace falta un constitucionalismo militante que deje de mirar por el retrovisor y mire decididamente hacia delante”.

“La Constitución no se hizo solo para recordarla y exhibirla en una vitrina del Congreso”, resaltó Casado, para a renglón seguido apuntar que la Carta Magna “tiene que estar presente en el mercado, en la oficina y en la universidad compartiendo temores y esperanzas, escuchando y ayudando a quienes formamos el pueblo español”.

Casado llamó a “evitar que los homenajes a la Constitución terminen por ser celebraciones cargadas de melancolía”. “La Constitución es nuestra voz y nuestra libertad de hoy. Hablar de la Constitución no es una lección de historia, sino de libertad”, subrayó el líder de la oposición.

ESTADO AUTONÓMICO

El presidente del PP reivindicó como “éxito colectivo” la democracia española y censuró que “una amplia parte de la izquierda” falte “a la verdad histórica” mientras que “algunos sectores de la derecha” están “dispuestos a poner en cuestión partes fundamentales del acuerdo constituyente, como el Estado autonómico o la circunscripción provincial”.

En este punto, recordó que ha ofrecido varias veces al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “ensanchar juntos el espacio de centro para hacerlo de nuevo tan grande como para que el PP y el PSOE pudieran competir dentro de él, sin hacerse dependientes de los extremistas”. Deploró, no obstante, que “es evidente que ha elegido hacer justo lo contrario, con efectos muy malos para su propio Gobierno, para su partido, para España y para Europa”.

El presidente de los populares remarcó que “la reforma fue nuestro camino para romper con el autoritarismo y para crear, mediante consenso, un marco de convivencia libre para todos los que quieren convivir”, además de constituir “una de las decisiones políticas más inteligentes, más generosas, respaldadas y provechosas de la reciente historia europea”.

En este sentido, advirtió de que “la lealtad es indispensable para que el pacto funcione”. “Mi compromiso es defender la Constitución, el pluralismo y el modelo autonómico completo, que no es solo administrativo sino también político, pero que debe serlo igualmente de solidaridad entre españoles”, trasladó.

UE

Casado no perdió ocasión para hacer una referencia europea y alertar de que “poner en duda nuestra pertenencia a la Unión Europea existente constituye una de las más graves irresponsabilidades que se pueden cometer contra el interés de los españoles, especialmente en tiempo de crisis”.

“La Unión Europea es un sistema creado sobre la amarga experiencia no solo de la guerra sino de lo que condujo hasta la guerra: radicalismos, populismos, nacionalismos y violencia política asociada a ellos. Y también de las cicatrices que quedan para siempre en las sociedades que los sufren”, señaló Casado.

“No es neutral, sino que exhibe una militancia muy clara, política, económica y social. Y, por tanto, no todo cabe dentro de ella y no todo se puede hacer en su nombre ni justificarse apelando a ella”, dijo, avisando de que “hay decisiones y comportamientos que fortalecen la presencia y la relevancia de los países dentro de la Unión, y que fortalecen también a la propia Unión”.

En cambio, recalcó que hay otras “decisiones y comportamientos que debilitan a los países, que les hacen perder importancia y que, incluso, los convierten en un problema para Europa”.

En este contexto, Casado remarcó que “se puede establecer un vínculo estrecho entre la Constitución de 1978 y el europeísmo” y “por eso nuestra Transición es europeísta y por eso nuestra democracia lo es”.

También por ello, prosiguió el presidente de los populares, “cualquier ataque a aquel espíritu y a su resultado práctico es un ataque directo al europeísmo”.

En palabras de Casado, “la denominada memoria democrática no es solo un intento de arrojar sombras sobre nuestra democracia, es también un intento de cuestionar el fundamento del proyecto europeo mismo, que es la reconciliación y la concordia entre europeo”. Es más, dijo que “con las actitudes y con las intenciones que laten en esa iniciativa, la Unión Europea no existiría hoy. Y sin ella, España no tendría futuro”.