Día del Ictus

Así cambia la vida un ictus "en 180 grados" a una mujer que lo sufrió con 39 años

- El 90% de los casos de ictus se pueden prevenir con hábitos saludables

- Este domingo se conmemora el Día Mundial del Ictus

MADRID
SERVIMEDIA

La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que el 25% de la población española sufrirá un ictus a lo largo de su vida y cada año se producen en España entre 110.000 y 120.000 nuevos casos de esta enfermedad que le cambió la vida “en 180 grados” a Sonia González. Ella lo padeció hace cuatro años, cuando contaba con 39 años. Ahora es la responsable de los proyectos de inclusión de la Fundación Freno al Ictus.

Sonia González padeció un ictus por un aneurisma cerebral en abril de 2019 que la mantuvo 33 días en coma. En declaraciones a Servimedia, rememora que al despertar "no podía hablar y tenía paralizada la parte derecha del cuerpo". "Para mí, solo habían pasado segundos, pero a mi familia le pareció una eternidad”.

La enfermedad “me cambió la vida en 180 grados”. Antes de padecer el ictus, Sonia González era gerente de una empresa farmacéutica y “viajaba mucho pero ahora no puedo trabajar porque tengo una incapacidad laboral absoluta”.

Tras el coma, permaneció dos meses y medio ingresada y “cuando me dieron el alta comencé la rehabilitación al día siguiente”. Después, consiguió una plaza en el Centro Estatal de Referencia de Daño Cerebral, donde estuvo seis meses hasta que estalló la pandemia de covid-19.

GRAN FRENAZO

“Esto fue un frenazo muy brusco porque pasé de tener una rehabilitación diaria de diez de la mañana a seis de la tarde a recibirla online en casa y solo una o dos horas al día. Una vez que me dieron el alta en este centro tuve que pagarme mi rehabilitación. De hecho, el ictus no solo requiere mucho trabajo y mucha fuerza de voluntad sino también de una gran inversión económica”.

La portavoz de Freno al Ictus aseguró que los medios públicos para esta enfermedad “son limitados” en cuanto a una buena rehabilitación, por lo que “el paciente se puede enfrentar a un gasto mensual de entre 2.000 y 3.000 euros”.

Pero el ictus le dejó secuelas y en estos momentos tiene afasia o dificultad para hablar, debilidad en una pierna, hemiplejia en la mano derecha, fatiga y problemas de atención. “Pese a todo ello, pude cumplir mi sueño de ser madre y hoy tengo una niña de dos meses. Por mis secuelas necesito una persona que me ayuda con todo”.

LOGROS Y EXPERIENCIA

Además, su experiencia con esta enfermedad cerebrovascular la permitió crear un programa llamado ‘Guiar en daño cerebral’ que desarrolla en la Fundación Freno al Ictus, “donde ayudamos a las familias y afectados a buscar recursos públicos en dependencia, discapacidad e incapacidad laboral”.

Detrás de un ictus existe la creencia de que esta enfermedad solo afecta a personas mayores pero el caso de Sonia González lo desmiente. De hecho, entre el 10% y el 15% de todos los ictus ocurren en personas menores de 45 años e incluso, aunque raros, se pueden dar casos de ictus infantil.

Aunque en algunos casos es complicado evitar un ictus, la coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, la doctora Mª Mar Freijo, subrayó que “hasta el 90% de los casos se podrían evitar simplemente controlando los factores de riesgo modificables de esta enfermedad”.

FACTORES DE RIESGO

“Aunque la edad es un factor de riesgo para sufrir un ictus y que no puede modificarse, sí hay otros que se pueden controlar o prevenir como la hipertensión, el tabaquismo, el sedentarismo, la mala alimentación, la obesidad, el alcoholismo, el consumo de drogas, la genética, el estrés o padecer fibrilación auricular, colesterol o diabetes”, añadió.

La neuróloga explicó que “un ictus ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe, ya sea debido a un coágulo sanguíneo (en estos casos se denomina ictus isquémico y supone más del 80% de los casos) o a una hemorragia (ictus hemorrágico)”.

En ambos casos, subrayó la doctora Freijo, “se habla de una urgencia sanitaria que ante los primeros síntomas debe ser abordada sin dilación, ya que cuanto menos tiempo pase desde la aparición de los primeros signos hasta que pueda ser tratada, mayor será la probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad o reducir sus secuelas”.

DOS MILLONES DE NEURONAS AL MINUTO

De hecho, un ictus mata dos millones de neuronas cada minuto, por lo que existe una ‘ventana terapéutica’ antes de que los tratamientos dejen de ser efectivos.

Ante la urgente atención de un ictus, la SEN recordó los síntomas de un ictus: pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades.

Además, se puede producir alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender; alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo o visión doble; pérdida brusca de la coordinación o el equilibrio y dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros habituales. Ante estos síntomas, los neurólogos aconsejan llamar urgentemente al 112 porque una rápida actuación puede reducir las secuelas.

(SERVIMEDIA)
29 Oct 2023
ABG/pai/clc