Así lo refleja el informe ‘Los conductores a examen II’ de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), encargado al Grupo Cibersomosaguas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y presentado este miércoles en una rueda de prensa en Madrid por los investigadores Lucila Finkel y Ángel Gordo.

El trabajo de campo se realizó en enero y febrero de este año, con una muestra de 1.100 conductores recogida en 34 talleres de Carglass, que tenían una media de 18,19 años de antigüedad del carné y respondieron a 30 preguntas un test teórico oficial de la DGT y a un cuestionario con aspectos sociodemográficos como edad, sexo, nivel de estudios, lugar de residencia, estado civil, situación laboral, experiencia en la conducción, horas diarias ante el volante o usos principales del vehículo.

La investigación, que la CNAE enviará a la DGT, a los diputados y los senadores y a la Comisión Europea, tenía como objetivo principal evaluar el nivel de conocimiento en aspectos básicos relacionados con la seguridad vial, la señalización y la normativa.

La principal conclusión es que sólo un 2,8% de los conductores españoles aprobaría el examen teórico (es decir, cometería un máximo de tres errores en las 30 preguntas), cuando, según los datos de la DGT, el 81% de los aspirantes a obtener el carné superan el test.

MENOS APROBADOS QUE EN 2009

El porcentaje de quienes se quedarían sin carné ha aumentado en los últimos años, ya que la primera edición del informe ‘Los conductores a examen’, que la CNAE presentó en 2009, refleja que un 3,5% de los conductores aprobaría el test teórico.

El estudio concede tres categorías a los hipotéticos aspirantes a conductores: aprobado (si aciertan al menos 28 preguntas), mejorable (entre 22 y 27 aciertos) y suspenso (menos de 22). La investigación concluye que un 2,8% aprobaría el test, un 76,5% se encuadraría en la segunda categoría y necesitaría cursos de reciclaje en materias específicas, y un 20,7% no llegarían a los 22 aciertos, de manera que deberían someterse a un curso formativo urgente.

Los conductores con mayor antigüedad en su carné son los que obtienen los peores resultados (21,16 años de promedio para los suspensos, 17,49 para los de calificación mejorable y 15,37 para los aprobados).

Además, la probabilidad de suspender aumenta con la edad, de manera que los que tienen más de 65 años obtienen las peores notas, al contrario que los jóvenes de entre 18 y 25 años. Algo similar ocurre con la antigüedad del carné de conducir, de manera que los que aprobaron el examen hace al menos 41 años apenas tendrían opciones de aprobar.

Por comunidades autónomas, destacan las de Castilla-La Mancha (24,3 preguntas acertadas de media), Galicia (24,2) y Asturias, Baleares y Castilla y León (23,5), y en el otro lado de la balanza se sitúan Murcia (22,2), Cantabria (22,6) y Comunidad Valenciana y La Rioja (22,8).

SIN DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES

La investigación no extrae diferencias significativas entre hombres (2,7% de aprobados) y mujeres (3%), pero sí en el estado civil, ya que los casados y los viudos son los que tienen más probabilidades de suspender y los que más formación necesitan, y en el uso que se hace del vehículo, puesto que quienes conducen esporádicamente tienen menos conocimientos.

Los conductores que circulan con su vehículo entre cuatro y cinco horas son los que más saben, la pérdida de puntos está ligada a la falta de conocimientos y la normativa es el apartado más olvidado, hasta el punto de que la carencia cognitiva es progresiva a partir de los 21 años de antigüedad del carné de conducir.

Quienes tienen estudios medios tienen tanto o más conocimiento como los licenciados y los encargados, jefes de taller u oficina y capataces obtienen mejores notas que los directivos de grandes o medianas empresas.

A la luz de los resultados de esta investigación, el presidente de la CNAE, José Miguel Báez, sugirió que los conductores con una antigüedad del carné de al menos 20 años deberían someterse a “un curso de refresco porque las normativas y los vehículos cambian”.

“Sería deseable que las autoridades de tráfico tomen medidas para que estos conductores pasen por algún sistema de formación, no necesariamente por las autoescuelas. Muchísima gente incumple las normas porque las desconoce, como circular por las glorietas. El mundo necesita evolucionar para mejorar y el tráfico, igual”, apostilló.

“La formación continua en nuestro país es una asignatura pendiente. El 20% de los conductores necesitan una formación urgente”, concluyó Ángel Gordo, profesor e investigador del Grupo Cibersomosaguas y codirector del estudio.