La Audiencia Nacional juzga a seis grapos acusados de asesinar a dos vigilantes jurados

MADRID
SERVIMEDIA

La Audiencia Nacional juzga desde hoy a seis miembros de los Grapo, entre ellos el que fuera máximo dirigente militar de la banda, Fernando Silva Sande, por el robo de un furgón blindando en Vigo (Pontevedra) en el que fueron asesinados dos vigilantes jurados. La fiscal solicita para cada uno de ellos más de 150 años de prisión.

Está previsto que el juicio, que celebra la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, no quede visto para sentencia hasta el miércoles.

La fiscal, Ana Noé, pedirá 155 años de cárcel para el grapo Israel Torralba, así como 152 años de prisión para Silva Sande y para los también terroristas Mónica Refojos, Esther González Ilarraz, Marcos Martín Ponce y Manuel Pérez Martínez.

Todos ellos están acusados de pertenencia a organización terrorista, robo con intimidación, estragos terroristas, tenencia de explosivos, dos delitos de asesinato terrorista y cuatro de lesiones. La fiscal atribuye además a Torralba un delito adicional de falsedad en documento oficial.

En el banquillo de los acusados también se sienta José Luis Elipe, para quien se pedirán 12 años de prisión por los delitos de pertenencia a organización terrorista y falsedad documental.

CUATRO BOMBAS

El escrito de calificación de la fiscal indica que, a principios del año 2000, los terroristas se instalaron en un piso que habían alquilado en Vigo.

Una vez instalados en la ciudad, los grapo efectuaron las labores de seguimiento y vigilancia necesarios para conocer los trayectos y horarios de los furgones blindados de la empresa Prosegur, señala el escrito.

Los terroristas conocieron de esta forma que en la mañana del 8 de mayo un furgón iba a circular por la carretera provincial en dirección a la Gran Vía de Vigo trasladando fondos a la sede del Banco de España.

Torralba, Refojos, González, Silva y Martín colocaron tres cargas explosivas al paso del furgón por la carretera provincial, una para detener el vehículo y las otras dos para “crear una confusión para facilitar la huida”. Las bombas, de fabricación casera, hicieron explosión sobre las 7.45 horas del 8 de mayo y provocaron la parada del furgón.

Los terroristas también colocaron un cuarto artefacto en el furgón blindado, a la altura del compartimento, una bomba que no llegó a estallar y tuvo que ser desactivada por los artificieros.

Tras las deflagraciones, los terroristas abrieron fuego con sus pistolas contra ambos lados del vehículo mientras Silva Sande dirigía la operación con una escopeta.

DOS MUERTOS

Los vigilantes jurados del furgón, Jesús Sabral y Manuel Espada, salieron del vehículo para repeler la agresión. Sabral resultó gravemente herido mientras que Espada, tras refugiarse en el compartimento trasero de carga, fue alcanzado por los disparos de Sande. Por su parte, el conductor del furgón, Gonzalo Torres, logró salir por la puerta izquierda del vehículo pero fue alcanzado por los disparos.

Una vez abatidos los vigilantes, Silva Sande logró apoderarse de tres bolsas de plástico con dinero y los terroristas iniciaron la huida. En la acción resultaron muertos el vigilante Jesús Sabral y el conductor Gonzalo Torres Lage.

Los Grapo reivindicaron la acción a través de varios comunicados elaborados y remitidos a varios medios de comunicación por el acusado Manuel Pérez Martínez. Por su parte, a José Luis Elipe se le atribuye la confección de los documentos de identidad y los carnés de conducir falsos que utilizaron los terroristas.

Además de las penas de prisión, la fiscal Noé pide que se imponga a los acusados la prohibición de aproximarse a los familiares de los dos fallecidos y a la ciudad de Vigo por un periodo de cinco años después de cumplir la condena. También solicita que indemnicen a los herederos de los fallecidos y a los ciudadanos que resultaron heridos por las explosiones.

(SERVIMEDIA)
18 Ene 2010
DCD/caa