Catalá se expresó así durante su intervención ante la Junta Directiva provincial del PP de Cuenca, en la que participó junto a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, en la jornada en la que el Parlamento de Cataluña constituyó la Comisión de estudio del Proceso Constituyente.

“El Gobierno sigue estando vigilante y cumpliendo con el Estado de Derecho y trabajando cada día, que es lo que sabemos hacer”, defendió Catalá. “Son listos, tontos hay muy pocos”, reconoció el ministro de Justicia en funciones sobre los dirigentes favorables al proceso independentista en Cataluña.

Lo hizo después de trasladar a los suyos que el Ejecutivo en funciones ya recurrió la semana pasada ante el Tribunal Constitucional la creación de la Consejería de Asuntos Exteriores por parte de la Generalitat, así como la comisión de estudio sobre la independencia en el Parlamento catalán.

Catalá defendió, en este sentido, que el Gobierno “sigue trabajando cada día”. “¡Menos mal que estoy en funciones!", ironizó, para señalar que a las 22.00 horas él sigue en el despacho y "si estuviera en etapa transitoria" se hubiera ido "a jugar al tenis hace tres horas”.

"MODELO COMO VENEZUELA"

En clave política nacional, el ministro de Justicia en funciones confió en que el PP tenga “la oportunidad de continuar gobernando” gracias al apoyo de PSOE y Ciudadanos.

“El sábado hay un Comité Federal del PSOE muy importante y decidirán si quieren hablar con los independentistas catalanes, gallegos, del País Vasco y de Podemos o con nosotros”, avisó.

El además diputado por Cuenca advirtió de que los de Podemos “quieren implantar en España un modelo como el de Venezuela”, país en el que, lamentó, no hay “prensa libre” y en el que se manda a la cárcel a los líderes opositores.

“Si el PSOE atiende al interés de los españoles, de los votantes y militantes del PSOE y no al interés exclusivo de Pedro Sánchez, acabará rechazando ese pacto y no trayendo más problemas que traen paro y recesión”, confió.

El ministro de Justicia defendió, igualmente, que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, declinó aceptar la oferta de la investidura como "un acto de lealtad a la Constitución y a la Corona" para no iniciar un trámite que "no llega a ninguna parte".