El código penal checo contempla como delito la propagación de enfermedades infecciosas y una sentencia de 2005 del Tribunal Supremo de República Checa sentó precedente al entender que las relaciones sexuales sin tomar precaución cuando se es seropositivo suponen un riesgo de propagación.

Dicha sentencia le ha valido a las autoridades sanitarias de Praga para iniciar una investigación penal contra 30 homosexuales seropositivos que habrían contraído otra enfermedad de transmisión sexual (ETS) posteriormente a su diagnóstico de VIH, lo cual demostraría, según estas autoridades, que estos hombres han practicado sexo sin condón.

En este sentido, Cesida ha acusado a las autoridades checas de “serofobia”, al tiempo que ha solicitado a la embajada de República Checa en España la revisión de este proceso. Asimismo, esta organización explicó que el hecho de que estas personas investigadas hayan contraído otras ETS no prueba que existiera sexo sin preservativo, ya que la transmisión de algunas de estas enfermedades -como ladillas, condilomas o herpes genitales- pueden no depender del uso de condón.

Para el presidente de Cesida, Juan Ramón Barrios, “esta actitud de señalar con el dedo acusador a la persona con VIH hace que toda la responsabilidad recaiga en ella y no en uno mismo”.

Por el momento, la Sociedad Checa para el Sida ha luchado durante mucho tiempo contra la “criminalización de la vida privada de las personas con VIH”, mientras que sostienen que la “epidemia” de este virus debe ser frenada mediante tratamientos antivirales y no a través de “represión”.

Actualmente, la Sociedad Europea para el Tratamiento del Sida (EATG) ya ha iniciado una petición en la plataforma ‘Change.org’ para recabar firmas a favor de un manifiesto contra la “persecución” de las personas con VIH en República Checa, que será presentado ante la Comisión Europea.

Esta organización europea afirmó que ninguna persona seropositiva debe ingresar en prisión por tener sexo, y es que estos 30 hombres se enfrentan a más de 10 años de cárcel.