La Tierra tiene un termostato natural frente al clima extremo

MADRID
SERVIMEDIA

La Tierra cuenta con un termostato natural que permite al planeta recuperarse de los cambios climáticos extremos, aunque con tiempos prolongados, según asegura un grupo de científicos británicos en un estudio publicado en la revista ‘Geochemical Perspectives Letters’.

La idea de un termostato de temperatura natural en la Tierra se propuso por primera vez en 1981, pero hasta ahora nadie había sido capaz de proporcionar datos para demostrar que la recuperación de las fluctuaciones de temperaturas calientes y frías se asocian a un mecanismo específico.

El nuevo estudio demuestra que la recuperación del planeta después de episodios globales de enfriamiento está relacionada con cambios en la tasa de desgaste de las rocas, que es el principal mecanismo para eliminar el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.

En la meteorización, las rocas se disuelven por la lluvia y el agua de los ríos. Este proceso elimina el CO2 atmosférico, que luego es transportado a los mares por los ríos para acabar en rocas ricas en carbono, como la piedra caliza. Cuanto más meteorización, más dióxido de carbono se elimina de la atmósfera.

El equipo había encontrado previamente pruebas que respaldaban el papel de ese desgaste de las rocas en enfriar la Tierra cuando hay temperaturas altas. El nuevo trabajo confirma que una ralentización de ese proceso tiene lugar en periodos fríos, por lo que apoya la idea de que hay un termostato terrestre.

SEGUNDA MAYOR EXTINCIÓN

Los investigadores usaron las proporciones de isótopos de litio en las rocas como medida de la meteorización. Examinaron las rocas de la época de la glaciación hirnantiense (hace unos 445 millones de años), que corresponden a la segunda mayor extinción de la vida en la historia, cuando alrededor del 85% de las especies marinas fueron aniquiladas debido al enfriamiento y a una dramática caída del nivel del mar (calculada en alrededor de 80 metros) y el agua se bloqueó en los campos de hielo y los glaciares.

Las muestras, procedentes de la isla de Anticosti (Canadá) y Linn de Dob (Escocia), muestran que la tasa de meteorización química global disminuyó temporalmente durante el enfriamiento de 5°C que causó la glaciación, eliminando menos CO2 y permitiendo que el clima se recuperara del descenso de temperaturas.

"Al observar la abundancia relativa de isótopos de litio en las rocas derivadas del océano, pudimos confirmar que la meteorización química es el motor del termostato natural de la Tierra. Cuando hay un clima más cálido hay más meteorización y cuando es más fresco hay menos desgaste: esto es lo que cabría esperar, dado que las reacciones químicas van más rápido con el aumento de la temperatura”, apunta Philip Pogge von Strandmann, de la University College de Londres (Reino Unido).

Von Strandmann añade que “más desgaste elimina el CO2 de la atmósfera y pone una pausa en el calentamiento global”, pero “cuando la temperatura se enfría se elimina menos CO2 de la atmósfera en periodos fríos”. “Éste es el proceso que ha permitido que la vida sobreviva en la Tierra durante alrededor de 4.000 millones de años", añade.

(SERVIMEDIA)
20 Ago 2017
MGR/nbc