Almunia advierte a la izquierda que es "irresponsable" discutir los ajustes

MADRID
SERVIMEDIA

El vicepresidente y comisario de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, dijo hoy que "a la izquierda se le espera" en el "debate clave" sobre cómo conseguir un "sector público eficiente", capaz de impulsar el crecimiento y que no "hipoteque a las generaciones futuras con más deuda pública"; no para discutir si hay necesidad de hacer ajustes, distinguió, porque "eso sería irresponsable".

Almunia hizo estas afirmaciones en su intervención en la presentación del Informe sobre la Democracia 2010, elaborado por la Fundación Alternativas, durante un discurso en el que analizó el origen de la crisis económica a dos niveles y defendió el papel de la política para reemplazar el paradigma neoliberal, aunque reconoció dificultades para regular los mercados.

Según Almunia, la crisis era "inevitable para España", aunque "el origen está fuera" y "nos ha llegado la onda mucho más tarde porque no teníamos los prolemas que otros tenían". Sin embargo, reconoció "factores autóctonos, específicos, que han agravado las consecuencias".

Distinguió dos niveles en el origen de la crisis. Uno, macroeconómico, por la "extraordinaria liquidez" en los mercados internacionales de capitales, que generaron "grandes desequilibrios globales" en los que unos países tenían gran superávit por cuenta corriente y otros gran déficit. En su opinión, el FMI trató de atajarlos pero no lo logró, y generaron las sucesivas burbujas.

El segundo nivel sería microeconómico y lo concretó en que "la desregulación como teorema y principio fundamental desde principios de los 80 ha ido carcomiendo la capacidad para intervenir en los fallos del mercado". De esta forma, la regulación racional habría dejado paso a "instintos" como la codicia.

El vicepresidente de la Comisión Europea constató que "este ciclo debe acabar" y que "la política vuelve", pero añadió que "la gran pregunta es hacia donde", y qué tipo de paradigma va a sustituir al neoliberal. En este sentido, dijo que se ha de responder "desde la acción política", porque no hay una "respuesta teórica predeterminada".

A su juicio, depende de tres aspectos. El primero sería cómo se concreta la regulación de los mercados, algo que advirtió de que "no es fácil". Por un lado, porque "podemos perjudicar seriamente uno de los motores imprescindibles del crecimiento económico" y, por otro, porque hay que evitar la deslocalización de capitales a países que no sigan dichas regulaciones y se conviertan en "agujeros negros" por donde se escape la eficacia de la medida. En ese sentido, justificó la "lentitud" de la UE y el G-20 a la hora de llegar a conclusiones sobre desregulación.

En segundo lugar, reconoció que es "profundamente injusto que quienes no han causado la crisis tengan que ajustarse el cinturón" para sanear las finanzas públicas, y que los mercados desconfíen tanto si no hay ajustes ambiciosos como si los hay, porque dicen que los gobiernos no los van a poder llevar a la práctica. En este contexto, pidió a la izquierda que no discuta la necesidad de los ajustes sino que sugiera cómo lograr un sector público que desapalanque el crecimiento, sustituya al sector privado en crisis y defina qué servicios ha de ofrecer en el siglo XXI, porque "no serán los mismos que en el XX".

Según Almunia, "todo eso exige un gran papel para la política", pero el problema, añadió, es que no hay una sola política.

A este respecto, señaló que hoy la polarización no está entre izquierda y derecha, sino entre las políticas racionales y las populistas, entre las que buscan soluciones reales y las que "se dirigen a las emociones" y han salido reforzadas en las elecciones de algunos países europeos. Frente a este "riesgo", defendió la idea de Europa y "dar el paso con todas las consecuencias" frente a la soberanía del Estado nación.

En este sentido, criticó al presidente del PP, Mariano Rajoy, por afirmar que el recorte de gasto "nos lo imponen" desde la UE. "¿No hacemos nosotros lo mismo con los otros 26 países?", se preguntó, asegurando que "estamos allí" y "nos lo imponemos nosotros mismos porque creemos que es lo mejor para salir de donde estamos".

El vicepresidente de la Comisión Europea se refirió también a la corrupción, otro de los aspectos comentados en el informe de la Fundación Alternativas. Dijo que, al contrario que la crisis, "la corrupción es autóctona" y que, mientras "las crisis pasan, la corrupción hay que erradicarla porque hace insoportable la democracia".

Para ello, defendió una "tolerancia cero empezando por la fuerza política propia", los contrapesos para controlar a los políticos y una mejor selección meritocrática por parte de los propios partidos.

(SERVIMEDIA)
28 Jun 2010
KRT/gja