Elecciones aragonesas

Alegría acepta un cara a cara con Azcón y lanza con "vértigo" su candidatura al Gobierno de Aragón

- Cierra su etapa como ministra de Sánchez en La Zaida, su "casa", y se propone ahora "acabar con el frentismo"

MADRID ZARAGOZA
SERVIMEDIA

La todavía portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría, presentó este sábado su candidatura para presidir el Gobierno de Aragón en La Zaida (Zaragoza), su “casa”, donde reconoció que tiene “vértigo” por lo que supone el paso “más importante” que da en su carrera política y se lanzó a la ofensiva contra el presidente autonómico, Jorge Azcón, a quien trasladó que acepta un debate electoral cara a cara.

En el pabellón municipal de su pueblo, Alegría admitió, en el que “seguramente” sea “el discurso más importante de toda” su trayectoria, que durante su tiempo en el Gobierno de Pedro Sánchez se ha “equivocado” en algunas cosas –ahora mismo está en el centro de la polémica por comer con el exdirigente socialista Paco Salazar aun sabiendo que había denuncias de acoso sexual contra él–. Pero aseveró que “esa etapa la he cerrado con orgullo y con absoluta satisfacción”, y que ahora empieza la “más importante” para ella porque, “cuando Aragón llama, no se le hace esperar ni un minuto”.

Alegría formalizó así su candidatura para las primarias que, salvo sorpresa, le encumbrarán como candidata de los socialistas a las elecciones aragonesas del próximo 8 de febrero. Y, en su primer discurso dentro de la carrera electoral, dejó algunas de las pinceladas del proyecto político que ofrecerá a sus conciudadanos.

La zaragozana se hizo cargo de que “no es un momento fácil” para el PSOE por las bajas expectativas electorales y la crisis abierta a cuenta de las numerosas denuncias por acoso sexual. Pero defendió la respuesta de Ferraz, sede nacional de los socialistas, ante unos “comportamientos que no representan en absoluto” al PSOE.

Esta reflexión la hizo extensiva a sus cuatro años y medio de “experiencia absolutamente gratificante” en el Gobierno de Sánchez, donde reconoció que es “consciente” de que “se ha equivocado” en algunas cosas. Pero puso el foco en cómo una “mujer que viene de una familia sencilla” y “de un pueblo de 440 habitantes” ha escalado hasta hacerse ministra de “una cartera tan importante” como la de Educación.

Alegría señaló que durante su trayectoria política se ha dado cuenta de las grandes desigualdades que existen en España. Ya no solo por dónde “nazcas” o “cuál sea tu contexto”, sino sobre todo por “los ceros de tu cuenta corriente”. Esta será una de las prioridades de su propuesta política, que, según dijo, ya empezó a abordar en La Moncloa “a través de las becas, la mejora de la formación profesional y el apoyo a los jóvenes” con menos recursos.

ACABAR CON “EL FRENTISMO”

La candidata del PSOE ensalzó una “política útil” que “mejore” las vidas de los aragoneses que han sentido “en su propia carne y en su propia piel lo que significa que su destino y que su vida la gestione un Gobierno de la derecha y la ultraderecha en vez de un Gobierno progresista” con el que, aseguró, quepan “los sueños de todos”.

Alegría, que hace unos días recelaba del adelanto electoral, considera ahora que el 8 de febrero es una oportunidad para decir “basta ya” a la presidencia de Azcón, que redujo a “confrontación” y “excusas para no hacerse cargo de los problemas de los aragoneses y de las aragonesas”.

Por ello, pidió a sus filas una movilización masiva para que las urnas respalden una propuesta que ponga “fin al frentismo”, reduzca “el volumen del odio” y recupere “el Aragón de la concordia”. “Y eso pasa por respetar también al que no piensa como tú”, apostilló tras remarcar que quiere gobernar para “todos”, la voten o no.

Alegría trató así de marcar perfil propio frente a un Azcón al que retrató en el “trayecto de la destrucción” y al que acusó de forzar unas elecciones “que atienden a su agenda personal” y a la del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. “Y nos deja una reflexión clara: no quiere ser el presidente de Aragón y no se quiere hacer cargo de los intereses de los aragoneses y las aragonesas”, añadió.

La socialista acusó al PP de querer hacer una “campaña desapercibida” para que “no se hable de su incapacidad de gestión a lo largo de estos dos años” y “de sus dolorosas ausencias en los momentos más importantes que han atacado a Aragón”, por ejemplo, en las riadas de julio.

Por ello, aceptó el envite de Azcón y accedió a un cara a cara electoral para “confrontar” su propuesta con el “proyecto político fallido” del PP, que resumió en “privatización”, “resignación” y “subordinación de los intereses de los aragoneses a los suyos propios y a los del PP”.

(SERVIMEDIA)
20 Dic 2025
PTR/clc