ARDANZA CENTRA SU DISCURSO DE FIN DE AÑO EN LA PAZ, LA ECONOMIA Y EUROPA

VITORIA
SERVIMEDIA

En primer lugar se refirió a los avances durante el 92 en el proceso de pacificación y felicitó a las fuerzas de seguridad del Estado por su labor, en especial a la "Ertzaintza".

"La paz es ya algo que se puede esperar y desear con realismo en nuestro pueblo. Hasta el punto de que los atentados que puedan seguir produciédose no harán sino añadir a su propia crueldad la nota todavía más trágica, si cabe, de su más absoluta inutilidad", dijo.

Ardanza considera que "la paz no será un regalo de nadie" y que todos deberán reconocer que "nos la hemos ganado a pulso". Hizo referencia concreta a la cadena humana por la paz celebrada el pasado domingo en Vitoria como "el ejemplo más reciente de la voluntad pacifista de este pueblo y la expresión más clara de cuál es la paz que desea: una paz en la que quepamos todos, una paz bierta a la reconciliación".

Para el "lehendakari", aquellos que aún impiden la paz deberían aceptar "la mano tendida que la inmensa mayoría social, paciente y generosamente, les ofrece".

En el apartado de su discurso dedicado a abordar las cuestiones económicas, indicó que "vivimos tiempos difíciles" y propuso dos situaciones que hay que evitar para salir de ella: "buscar las culpas en el otro y sumirnos en la desesperanza".

"No podemos enzarzarnos en enfrentamientos estériles, en los que tabajadores, empresarios y Gobierno carguemos unos sobre otros la responsabilidad de una crisis que, si algo tiene, son responsabilidades compartidas y dimensiones que a todos se nos escapan", afirmó, para agregar que cada uno deberá mirar por el bien de la colectividad antes que por el particular.

Recordó también la caída de las fronteras, el próximo 1 de enero. "En esa Europa estamos, y no valen lamentos. Fuera de ella, el futuro sería peor". Para llegar a la competitividad que exige Europa, el "lehedakari" propuso "esfuerzo y solidaridad".

Según el presidente del País Vasco, "será el factor humano el que debe darnos pie a la confianza", al tiempo que se mostró esperanzado en poder disfrutar pronto "de esa prosperidad que hoy nos parece lejana".

(SERVIMEDIA)
30 Dic 1992
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