ATENTADO EN MADRID. DECENAS DE PERSONAS SUPERARON UNA SITUACION DE PANICO EN EL EDIFICIO PRINCESA 3 DE LA CAPITAL

MADRID
SERVIMEDIA

Eran poco másde las 12 del mediodía, todo transcurría con normalidad y el diputado popular Manuel Cobo, presidente de la comisión de la Asamblea de Madrid que investiga el "caso Atocha", se disponía a dar su versión de este supuesto asunto de corrupción.

Un numeroso grupo de informadores permanecían de pie en la sala de prensa del Grupo Parlamentario del Partido Popular (PP) conversando con el portavoz conservador, Alberto Ruiz-Gallardón, mientras esperaban que diera comienzo la rueda informativa sobre las conclusones de su partido sobre el "caso Atocha".

Marisa, jefa de prensa del PP, avisa que "han comunicado la existencia de una llamada telefónica advirtiendo de una amenaza de bomba en el edificio", sito en la calle Princesa 3, en todo el centro de Madrid.

Este edificio de diez plantas alberga en la quinta las oficinas de los grupos parlamentarios del PP, PSOE e IU. Además, en el noveno y décimo piso trabajan más de 200 personas de la Agencia de Medio Ambiente (AMA), y en el primero y segundo están lasoficinas de la delegación de Trabajo.

La primera actitud de los informadores fue la de "no dar crédito" a la amenaza "porque este tipo de llamadas son habituales"-dijo Ruiz Gallardón- y se decidió comenzar la rueda informativa.

Dos o tres minutos después se oyó un golpe seco y estruendoso, que impidió comenzar la rueda de prensa y el desorden cundió entre los periodistas y políticos del PP que estaban en la sede. "Esta rueda de prensa sí que ha sido explosiva, no os podéis quejar", precisaron algnos, medio en broma y medio asustados.

Nadie sabía qué hacer, unos decían que había que bajar rápido por las escaleras y otros que nadie debía moverse hasta recibir alguna indicación.

Poco tiempo después, la decisión la toman los últimos que quedaban en la planta: "hay que bajar rápidamente, el olor a pólvora es muy fuerte y pueden explotar más bombas", subrayó el líder conservador que permanecía "al frente del barco".

Cinco, cuatro, tres, dos, uno y salida. Se bajaba con orden. Al pasar porla planta primera el humo impedía ver nada y los policías nacionales, que ya habían llegado, se advertían unos a otros: "que no entre nadie sin máscaras".

Por fin la salida. Ya fuera del edificio, se podía observar cómo otras personas habáin optado por otro camimo, desde la primera planta habían accedido a las marquesinas del edificio y desde ahí a la calle.

En la calle, al grupo de diputados del PP se unieron otros del PSOE e IU que también "habían salido corriendo". También estaban en el edifico altos cargos de la AMA, la consejera de Integración Social, Elena Vázquez, acompañada de altos cargos de su departamento y la concejala socialista del Ayuntamiento de Madrid Patrocinio de las Heras.

EL TELEFONO

Juan Van-Halen, diputado del PP en la Cámara regional, nada más alcanzar la salida se dirigió a un grupo de periodistas y les dijo: "Mi teléfono portatil está a disposición de los amigos, pero sin abusar, que tiene poca batería".

Este medio de comunicación sirvió para que algunos medio, entre ellos Servimedia, tuviesen continuamente informadas a las redacciones.

A los pocos minutos, ambulancias, coches de policía local y nacional y de bomberos llegaron y acordonaron la zona. Lo primero que hicieron fue ordenar el desalojo inmediato, que ya había sido ordenado por el servicio de seguridad privada del edificio, a eso de las 12,10.

Los que peor lo pasaron fueron los trabajadores de la AMA, que en número de unos 200 fueron desalojados al conocer la amenaza de bomba. "No nos ha dad tiempo a salir, cuando lo hacíamos excuchamos la explosión. Diez pisos es muy duro de bajar con miedo y las escaleras no están preparadas", señalaron a Servimedia un grupo de empleados.

TORRES DE MANHATTAN

Adolfo Gilabert, diputado de IU, bajaba, en el momento de la explosión, por las escaleras y estaba en la primera planta. Conocía la amenaza y no se lo creía. Decía a su acompañante que "estas cosas sólo pasan en las Torres de Manhattan", cuando escuchó el estruendo. Se quedó parado y salió rápidaente.

La incertidumbre cundió entre los centenares de personas desalojadas. Nadie sabía nada y sólo se oían conjeturas. La existencia de más bombas en la capital y las amenazas de más explosiones en los edificios cercanos a Princesa 3 eran el comentario más extendido.

Media hora después, -ya había acudido Pedro Díez, presidente de la Asamblea, para interesarse por los sucedido y Miguel Solans, delegado del Gobierno en la CAM, que confirmó que se habían producido más desalojos en otros locales de a capital, todos en nombre de los Grapo- la policía desalojó el edificio Torre España, en plena Plaza España, y entraron a detectar explosivos, pero no había nada.A eso de las 14 horas la policía confirmó que "todo ha pasado" y los bomberos procedían a desescombrar la primera planta de Princesa 3 y el espectáculo había terminado. La bomba, de pequeña potencia, destrozó los servicios de la delegación de Trabajo y el agua salía sin control", dijo a esta agencia uno de los miembros de la seguridad privadaque acudió cuando la explosión.

(SERVIMEDIA)
03 Mar 1993
SMO