Aznar se mostró especialmente preocupado por este último mensaje, que calific "muy peligroso", según informó al término de la Junta un portavoz del partido.

Esta fuente reconoció que Aznar hizo especial hincapié en el tema no sólo porque el Ejecutivo socialista lance ese mensaje, sino porque todavía cala en la opinión pública, como demuestra el `barómetro' de Demoscopia que ayer publico el diario `El País'.

El sondeo revela que un 52% de los españoles cree que la corrupción se da "en todos los partidos". Un porcentaje menor que el 62% que respondía lo mismo en abril de 192, pero todavía mayoritario.

No fue más allá en sus palabras. Simplemente se limitó a contrarrestar la ofensiva del Ejecutivo de González. Tampoco hubo mención suya al `caso Naseiro' ni pregunta por parte de algún miembro de la Junta relativa a la supuesta financiación ilegal que investiga en estos días la comisión parlamentaria de partidos, relató el portavoz del partido.

Previa a la intervención del presidente popular, el secretario general del PP, Francisco Alvarez Cascos ofreció datos de la stuación económica del partido, en una intervención que "no responde a nada", explicó la fuente informante en relacion a la polémica por el `caso Naseiro'.

Según Alvarez Cascos, en 1989, el PP debía 3.406 millones de pesetas. A 30 de noviembre de este año, los populares deben 1.641 millones, un 52% menos que hace seis años, y todo gracias al plan de austeridad impuesto durante la era Aznar, según recalzó el `número dos' del partido al máximo órgano entre congresos.

En relación con la acusación de ue el PP no tiene alternativas, José María Aznar no le dió importancia, manifestó la fuente informante. Se limitó a resaltar que sí las tiene y que su partido "no hace más que presentarlas".

DEL PACTO AL DIALOGO

Durante su discurso de fin de año al partido, Aznar hizo balance de 1994 afirmando que el PP concluye el año "consolidado como alternativa". A su juicio, la organización ha demostrado que es capaz de protagonizar en España un cambio "útil y tranquilo". Esto se demostró en la victoria del 12 e junio en las elecciones europeas y en el fuerte ascenso en Andalucía, que ha permitido al PP "entrar en la mayor despensa de voto del PSOE" y con ello equilibrar su presencia en todo el territorio, afirmó.

Pidió a los dirigentes de su partido responsabilidad como la demostrada hasta ahora y puso como ejemplo de que no tiene "prisa" por llegar al poder el rechazo del PP a la huelga general de enero pasado contra la reforma laboral. "Antes del 82 (con el PSOE en la oposición) valía apoyarlo todo. Nosoros no apoyamos todo y es esa seriedad una parte de la fuerza fundamental del PP".

Recordó que tras las elecciones europeas se pidió la dimisión de felipe González y su sustitución por otro candidato de la "minoría mayoritaria", que los socialistas rechazaron.

"1994 ha sido reflejo de una gran tensión y ha significado el final de un ciclo politico con el deseo mayoritario de cambio. La resistencia frente a la apertura, lo viejo frente a lo nuevo, el pasado frente al futuro".

Una año, prosiguó, dominado por "una gran crisis moral y política en la sociedad española que tiene un nombre concreto: corrupción. Un año marcado por la debilidad de un gobierno que no ha sabido responder a la crisis económica, por el fracaso en las promesas de renovación del PSOE y por el oscurantismo en los acuerdos entre el Gobierno y CiU".

Respecto al pacto de socialistas y convergentes, el presidente del PP afirmó que, tras la última entrevista entre González y Jordi Pujol en La Moncloa, la relación se ha rebajdo del pacto al simple "diálogo".