Las mismas fuentes aclaran que no cabe interpretar el comunicado emitido por la Generalitat, y respaldado por el Gobierno, como que el apoyo de CiU se acabe el 1 de enero de 1999, sino que puede ir más allá.

En la Presidencia del Gobierno se valora hoy especialmente el hecho de que los dos mandatarios hablaran ayer del futuro del país y, muy colateralmente, de las negociaciones PP-CiU.

Ayer, Pujol no quiso enrarecer el ambiente y cuando los periodistas le preguntaron porlos 51.000 millones más que va a recibir la sanidad catalana en 1998 respondió "pregúntenle a Rato" Un gesto que fuentes del PP consultadas por Servimedia interpretan como un deseo de no dejar en mala posición al Gobierno ante las comunidades autónomas que forman parte del Consejo de Política Fiscal y Financiera, el órgano que en definitiva dará luz verde a esa inversión.

Pujol habló ayer con el jefe del Ejecutivo del día después del ingreso de España en la moneda única y, en particular, de las reforms económicas que hay que hacer para que España sea competitiva cuando no se pueda recurrir a las políticas monetarias del Banco de España.

Para eso, hace falta una estabilidad política a dos años vista, que durante los últimos dos meses había quedado cuestionada por las informaciones que atribuían a Pujol un deseo de anticipar las elecciones catalanas a la primavera de 1998, previa ruptura con el PP. A la espera de la reunión que ambos han anunciado para antes de Navidad, fuentes nacionalistas creen qe la primera consecuencia que puede haber salido de La Moncloa ayer es que 1998 no sea año electoral ni en Cataluña ni en el resto de España.

Las fuentes gubernamentales informantes creen que no sólo Aznar ha salido satisfecho de la reunión de ayer, sino que también el propio Pujol, e insisten en que aunque PP y CiU discrepen, "porque somos dos partidos distintos", la estrategia para España está diseñada para el próximo bienio.