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Un camino de inclusión: personas con discapacidad peregrinan a Santiago de Compostela

MADRID
SERVIMEDIA

Un grupo de jóvenes con discapacidad y sus familias han recorrido el Camino de Santiago desde Sarria hasta la ciudad compostelana de la mano de la Fundación Gil Gayarre.

El pasado 2 de julio, un autobús partía desde Pozuelo de Alarcón, en Madrid, cargado de ilusión, mochilas y un sueño compartido: recorrer el Camino de Santiago. A bordo, 25 peregrinos, la mayoría personas con discapacidad, que acompañados de familiares, trabajadores y voluntarios de la Fundación Gil Gayarre deseaban llegar a Santiago de Compostela.

La iniciativa surgió del Equipo de Pastoral de la Fundación, donde varios miembros, ya veteranos del Camino, soñaban con que las personas con discapacidad también pudieran vivir esta experiencia. Así comenzó un año de preparación, con entrenamientos mensuales en lugares como la Casa de Campo, Las Rozas o el Monte del Pilar.

El itinerario siguió el camino francés desde Sarria hasta Santiago de Compostela, pasando por Portomarín, Palas de Rei, Arzúa y Rúa. "Cada etapa fue una lección de vida: de esfuerzo, de superación, pero también de alegría, compañerismo y muchas risas", afirmaron desde la Fundación.

Guillermo, persona con discapacidad intelectual, admitió que lo que menos le había gustado de la experiencia que le ha llevado hasta Santiago de Compostela fueron los madrugones, pero aún así aseguró que le encantaría repetir y hacer el camino inverso: desde Santiago hasta Sarria.

“Lo importante no es la meta, ni el camino… sino la compañía”, decía Rosa, madre de Javier, uno de los peregrinos.

Para Elsa, también persona con discapacidad intelectual, el Camino ha supuesto una transformación. "Antes vivía mucho en el futuro y nunca ene l presente. Ahora gracias al Camino siento que estoy más en el presente, más pausada, más empática conmigo misma y mi entorno. Creo que tengo una actitud más madura", reconocía.

"Compartimos todo: cansancio, alegría, superación, apoyo, emoción y eso nos convirtió en un gran equipo", aseguró una de las trabajadoras de la Fundación que acompañaron a estos jóvenes y sus familias. "Y los chicos.. cada uno de ellos me sorprendió día tras día. Ver cómo se superaban, su energía, su ilusión, sus ganas de seguir avanzando pese al cansancio... es algo que emociona profundamente", afirmó Carmen, trabajadora de la organización.

Este Camino no solo ha sido una peregrinación, sino un trayecto de inclusión real, concluyeron desde la Fundación.

(SERVIMEDIA)
25 Jul 2025
MAG/clc