De acuerdo con estas fuentes, el fiscal considera inútil proceder ahora al interrogatorio de Sáenz de Santamaría, dado que el juzgado está a la espera de recibir los resultados de una comiión rogatoria remitida a Argelia, lugar donde fue cometido el atentado contra Cubillo.

En concreto, el titular del juzgado central de instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, el juez Carlos Dívar, que reabrió a principios del pasado mes de enero esta causa, solicitó a las autoridades argelinas que le remitieran testimonio del procedimiento judicial incoado en ese país por estos hechos, así como datos sobre el pasaporte utilizado por uno de los autores del atentado.

Según estableció la sentecia del Tribunal Supremo de 1990, que condenó al confidente policial José Luis Espinosa a 20 años de cárcel como inductor de este atentado, el pasaporte que fue intervenido a uno de los autores del asesinato frustrado contra Cubillo fue expedido por el Ministerio del Interior con nombre falso.

Asímismo, el fallo señaló que además de Espinosa, ha resultada acreditada la intervención de otro u otros hombres pertenecientes al aparato policial de aquella época.

Una vez recibidos estos datos, el fisca evaluará a la vista de ese material la necesidad de la declaración de Sáenz de Santamaría, cuya comparecencia fue pedida a principios de este mes por el abogado de Cubillo en calidad de testigo.

Adolfo Barreda, abogado del líder independentista canario, solicitó esta diligencia a raiz de la polémica suscitada por la reunión mantenida por Sáenz de Santamaría con el ministro de Interior en la época de UCD Rodolfo Martín Villa pocos días antes de la liquidación de la "comisión GAL" del Senado y por las nsinuaciones sobre la 'guerra sucia' contra ETA de aquella época.

A juicio del letrado, el teniente general podría tener información y documentación importantes para la investigación de este atentado, dado que ocupó los cargos de jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, general inspector de la Policía Nacional y delegado del Gobierno del País Vasco entre 1976 y 1981.

Cubillo fue apuñalado el 5 de abril de 1978 por dos hombres en el ascensor de su domiclio en Almuradich (Argelia), donde vivía exliado, y como consecuencia de la agresión, el líder independentista sufre secuelas que le obligan a moverse con muletas.