Según el Cermi, la Inteligencia Artificial "va a alterar radicalmente" el trabajo tal como lo conocemos, alumbrando un muevo sistema laboral cuyas notas definitorias no sabemos aún como quedarán. "Comporta indudables oportunidades, pero también riesgos notorios".

Para el movimiento social de la discapacidad, es necesaria "una gobernanza inclusiva de la IA en las empresas y organizaciones" para un mejor y mayor empleo de las personas con discapacidad.

El objetivo es que "maximice las oportunidades de ingreso, permanencia y progreso en el mercado de trabajo y mitigue las discriminaciones y exclusiones".

La generalización de la inteligencia universal en el ámbito laboral "no puede ser un proceso anárquico", explicó el Comité, "sino que ha de configurarse en clave de oportunidad, inclusión y mejora colectiva".