Una de las principales conclusiones del acto, que fue inaugurado por las ministras de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, e Igualdad, Irene Montero, ambas en funciones, fue la necesidad de establecer un sistema de cuidados centrado en las personas, que evite el desarraigo y que actúe como mecanismo básico para evitar la institucionalización.

El debate surge después de que, en septiembre del año 2022, la Comisión Europea presentara la 'Estrategia Europea de Cuidados', en la que se establecía la recomendación de crear una agenda para mejorar la situación y los derechos de las personas cuidadoras, por un lado, y de aquellas receptoras de cuidados, por otro.

Durante la reunión tuvo lugar una mesa redonda en la que numerosas expertas internacionales compartieron las experiencias de transición de diversos países de la Unión Europea, alcanzando como conclusión común la necesidad de, en base a una política de cuidados que apueste por la desinstitucionalización, crear políticas estatales que reconstruyan los modelos para que éstos sean aptos para todas las personas.

En esta línea, las participantes destacaron también que estas políticas deben ser intersectoriales, es decir, que deben conectar los cuidados con la sanidad, el diseño de las viviendas, la protección social y la igualdad de género.