Discapacidad

La CNSE alerta de la violencia estructural que sufre la infancia sorda por falta de lengua de signos

Madrid
SERVIMEDIA

La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) celebró el webinario 'La privación lingüística como forma de violencia en la infancia sorda', organizado con motivo del Día Mundial de la Infancia y dirigido a familias, profesionales y agentes del ámbito social y educativo para analizar las consecuencias de la falta de acceso temprano a la lengua de signos y su consideración como una forma de violencia estructural, según informó la entidad.

La referente para Infancia y Familias del Consejo de la CNSE, Natalia Mejías, expuso que abordar la privación lingüística implicaba afrontar “una realidad que afecta al desarrollo emocional, cognitivo y social” de la infancia sorda, y recordó que garantizar una lengua natural durante el periodo crítico de adquisición, de cero a cinco años, representaba una obligación ética. Mejías destacó que esta privación podía sostenerse de forma crónica hasta la adolescencia cuando los entornos no ofrecían modelos lingüísticos competentes y defendió que la lengua de signos debía concebirse como un espacio de vínculo, identidad y desarrollo integral, según expresó.

La asesora jurídica de la CNSE, Patricia Mora, presentó el análisis legal de esta problemática y enumeró efectos como retrasos lingüísticos, déficits cognitivos, aislamiento social, dificultades en funciones ejecutivas, fragilidad identitaria, brechas educativas y problemas de salud mental, para argumentar que la privación lingüística no podía seguir tratándose como un problema individual. Mora vinculó esta omisión con la violencia institucional y simbólica recogida en la Estrategia de Erradicación de la Violencia contra la Infancia y la Adolescencia (EEVIA), y subrayó que reconocerla como tal resultaba imprescindible para garantizar derechos como la comunicación, la educación inclusiva y la participación social, según argumentó.

La jurista remarcó la especial vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes sordos afectados por desigualdades de género, edad y discapacidad, y alertó de que la ausencia de accesibilidad lingüística limitaba su autonomía, incrementaba la dependencia y perpetuaba la desigualdad. En este contexto, defendió que el aprendizaje y uso de la lengua de signos debía entenderse como un derecho universal, público y gratuito, y no como un recurso opcional o complementario, según insistió.

Entre las medidas planteadas se destacaron el acceso temprano a la lengua de signos, la consolidación de modelos educativos bilingües, la creación de canales de denuncia accesibles y el desarrollo de indicadores de seguimiento, junto con el papel clave del movimiento asociativo sordo en el diseño y evaluación de políticas públicas. La sesión concluyó con un mensaje conjunto de Mejías y Mora, quienes afirmaron que erradicar la privación lingüística constituía un compromiso colectivo y un acto de justicia, según concluyeron. Este webinario contó con el apoyo del Ministerio de Infancia y Juventud y Fundación ONCE.

(SERVIMEDIA)
21 Nov 2025
XSF/gja