Con motivo del inicio del trámite de audiencia e información pública del proyecto de real decreto por el que se modifica el Código Técnico de la Edificación (CTE), Cocemfe comunicó que "el nuevo texto del CTE supone un paso importante al incorporar criterios de accesibilidad universal en aseos para personas con ostomía, en seguridad y emergencias y en servicios higiénicos en general, bajo un marco normativo más exigente y alineado con los principios del diseño universal, la ergonomía y la orientación espacial". Sin embargo, explicó que ha trasladado "una serie de propuestas al Gobierno para garantizar la plena inclusión y la autonomía de las personas con discapacidad física y orgánica".

Cocemfe destacó que el diseño de edificios debe basarse en una comprensión profunda de cómo las personas se mueven, interactúan con el entorno y desarrollan sus actividades cotidianas: "La accesibilidad tiene que responder a cómo las personas se orientan, manipulan objetos y ejercen su vida diaria", explicó el presidente de Cocemfe, Anxo Queiruga, quien añadió que "la reforma del CTE tiene que situar a las personas en el centro del diseño, de manera que se construyan entornos que entiendan a las personas desde el diseño universal".

Cocemfe detalló que sus aportaciones "se estructuran en torno a un principio común: que cada espacio edificatorio sea accesible, tanto en situaciones cotidianas como en contextos de emergencia". "Todas las personas tenemos derecho a entrar, movernos, orientarnos, utilizar y abandonar los espacios en igualdad de condiciones”, detalló Queiruga.

Reclamó que el CTE incorpore, entre otros, "alturas, alcances y mecanismos coherentes con la antropometría real de personas usuarias en posición erguida o sedente; garantías para una evacuación accesible en caso de emergencia, independientemente del uso del edificio; aseos adaptados para personas con grandes necesidades de apoyo, incluyendo camillas regulables, grúas de techo y equipamiento seguro, y condiciones específicas para puntos de recarga en plazas accesibles, evitando que la movilidad eléctrica genere nuevas desigualdades".

“El diseño edificatorio debe responder a las necesidades humanas en toda su amplitud, especialmente en situaciones de emergencia y en la vida diaria. Necesitamos una norma que nos incluya y avancemos hacia un país donde el diseño arquitectónico potencie la autonomía personal de todas las personas y especialmente de las personas con discapacidad física y orgánica”, añadió el máximo responsable de la confederación, entidad que espera "que estas propuestas contribuyan a lograr un entorno construido realmente inclusivo para las más de 2,6 millones de personas con discapacidad física y orgánica en España".