A pesar de admitir haber declarado que tiene "cosas que decir" sobre esos incidentes, agregó que no se puede desprender de sus palabras que él haya pedido ser expedientado, junto con otros policías, en la invesigación abierta por la Dirección General de la Policía. El comisario ceutí acusó a los medios de comunicación de tergiversar sus declaraciones.

Por su parte, los sindicatos policiales Unión Federal de la Policía (UFP), Asociación Nacional de Policía Uniformada (ANPU) y Sindicato Unificado de Policía (SUP) han criticado la apertura de expedientes disciplinarios a tres policías por lo ocurrido el pasado 11 de octubre.

La UFP señala en un comunicado que "tras los incidentes ocurridos en el Angulo, iiciados por los inmigrantes, algunas organizaciones que se autodenominan humanitarias y algunos salvamundos y espabilados se han dedicado a hacer una feroz campaña de acoso y derribo, no escatimando medios a la hora de descalificar tanto a la Policía Nacional como al pueblo de Ceuta".

La nota agrega que "semejante trato, que sólo se puede dar desde la más absoluta ignorancia, obliga a la Dirección General de la Policía a dar comida a los leones con la apertura de expedientes".

La apertura de esto expedientes disciplinarios ha motivado un gran malestar en el seno de la policía ceutí, que rechaza de plano la acusación de haberse extralimitado en sus funciones.

"Acudimos cumpliendo órdenes para restablecer el orden público, que había sido gravemente dañado, sufriendo incluso lesiones (concretamente uno de los expedientados sufrió una fractura en una pierna, por lo que tuvo que estar alejado de su trabajo durante un tiempo)", indica la UFP.

Por otra parte, el policía nacional Antonio Arrebol, al que anteayer se le extrajo la bala con la que fue herido el pasado 11 de octubre, continúa sin problemas el proceso postoperatorio. La bala es del calibre 9 milímetros parabellum, utilizada habitualmente por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.