El texto final no incluye la transaccional acordada por Unidas Podemos, ERC y Bildu, que según el diputado de la última formación Iñaki Ruiz de Pinedo pretendía que se “exploren procedimientos” que “permitan” el autocultivo de las sumidades floridas de cannabis, esto es, los cogollos, a “pacientes con receta que opten por esta vía de acceso”, al entender que hay un “sector importante” de pacientes que están utilizando estos recursos y que aún quedan “en un limbo legal, incluso en una situación de retroceso”.

En la misma línea, la diputada de Unidas Podemos Lucía Muñoz valoró “positivamente” el informe, que juzgó como “un avance”, si bien denunció sus “limitaciones”, al entender que su “enfoque” a la hora de abordar la “problemática” del cannabis “es parcial” incluyendo solo la “dimensión” medicinal.

En este punto, también estimó que el autocultivo “debería aparecer”, convencida de que, “en la medida en que hagamos una regulación muy restrictiva y los pacientes sigan teniendo alternativas para recurrir al mercado ilícito, no estaremos abordando el problema de raíz”.

Por su parte, el diputado del PSOE Daniel Viondi comenzó su alocución mostrando su “agradecimiento” a los pacientes que, a su juicio, “han reclamado por activa y por pasiva a todos los grupos parlamentarios” que den “una solución a los problemas que viven en su día a día”.

ESPAÑA ES UN PAÍS MEJOR

“Como Grupo Socialista, nos comprometimos a que hubiera un marco regulatorio del cannabis medicinal y lo vamos a conseguir hoy”, abundó, para subrayar que la regulación del cannabis para uso medicinal “va a poder ayudar a mejorar la vida y la calidad de vida de miles de pacientes que sufren dolor”, mostrándose “convencidísimo” de que este lunes España es “un país mejor” y de que el Gobierno “lo pondrá en marcha en el tiempo acordado”.

A este respecto, la subcomisión determinaba en su informe que, en un plazo de seis meses desde su aprobación por la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso, la Aemps deberá realizar los trabajos necesarios para que las citadas recomendaciones tengan encaje en la normativa y sean viables, permitiendo la disponibilidad en el mercado farmacéutico de extractos o preparados estandarizados del cannabis.

Asimismo, el diputado socialista trasladó un “agradecimiento especial” al PNV, que propuso la creación de la subcomisión, consciente de que los diputados “están para ayudar a miles de pacientes que necesitan una salida legal a una situación que llevan viviendo desde hace años”.

PASO DE GIGANTE

Por parte del grupo proponente, el diputado Joseba Andoni Agirretxea reconoció que su grupo está “muy satisfecho” con el resultado de los trabajos de la subcomisión que propuso, al entender que este lunes se ha dado “un paso de gigante que, a buen seguro, mejorará la calidad de vida de muchos pacientes en condiciones de seguridad”.

No obstante, reconoció que le “hubiera gustado llegar más lejos” a pesar de que, insistió, “es un primer paso en la buena dirección y que con el tiempo se irá perfeccionando y mejorando”.

Entre otros asuntos, el informe de la subcomisión insta a “explorar fórmulas” que permitan la “disponibilidad” en el mercado farmacéutico de extractos o preparados estandarizados del cannabis que no tienen una autorización de comercialización para “poder dar respuesta a aquellos pacientes a los que se les prescriba a través de los canales establecidos, que puedan conllevar una mejora frente al tratamiento establecido”.

En concreto, aboga por que la dispensación de fórmulas magistrales con extractos o preparados estandarizados de cannabis se realice a partir de la red de farmacias del sistema de salud, “con preferencia en las farmacias hospitalarias y explorando la alternativa de las farmacias comunitarias que puedan reunir los requisitos”. Además, avala que podrán “arbitrarse mecanismos” para facilitar el acceso de los pacientes a estas fórmulas, en coordinación con las comunidades autónomas, “cuando las condiciones del paciente o la distancia a los servicios lo requieran”.

Con relación a las indicaciones para las que “parecen existir indicios más sólidos” de utilidad del uso del cannabis o sus productos, el informe recuerda que “son limitadas y parecen concentrarse en la espasticidad en pacientes con esclerosis múltiple, algunas formas de epilepsia, náuseas y vómitos derivados de la quimioterapia, endometriosis, dolor oncológico y el dolor crónico no oncológico”, si bien invita a “ampliarse a otras indicaciones terapéuticas cuando los estudios aporten indicios consistentes”.

Con respecto a la prescripción, la subcomisión defendió que ha de hacerse “exclusivamente por profesionales sanitarios, en un contexto libre de potenciales conflictos de interés” y, “preferentemente”, por parte de especialistas con competencias en las áreas que atienden a las indicaciones autorizadas en cada momento.

Finalmente, urge a establecer un registro centralizado de los pacientes a los que se prescriben y dispensan fórmulas magistrales con extractos o preparados estandarizados de cannabis a partir de los registros de cada servicio autonómico de salud.

USO RECREATIVO

La Comisión de Sanidad y Consumo rechazó todos los votos particulares presentados por distintos grupos, incluidos aquellos que pretendían abrir la puerta a la regulación del cannabis para uso recreativo, tal y como defendió Ciudadanos, cuyo diputado Juan Ignacio López-Bas abogó por “avanzar hacia una regulación del cannabis también para uso recreativo como complemento para evitar la derivación de pacientes o de personas en general al mercado ilícito o alternativas poco seguras” y, en la misma línea, la diputada María Carvalho (ERC) subrayó la necesidad de contar con una "regulación integral" del cannabis, incluyendo también su uso recreativo.

Por el PP, la diputada Elvira Velasco denunció que aún “no contamos con evidencia científica suficiente y contrastada” con respecto a las bondades terapéuticas del uso del cannabis y es “necesario consolidar más evidencia para que sea la base en la toma de decisiones”.

Finalmente, el diputado de Vox Juan Luis Steegmann criticó que la izquierda tiene como “objetivo la legalización del uso recreativo de la marihuana y transformar España en un narcoEstado”, convencido de que en torno a este asunto “no hay una auténtica demanda social, solamente una demanda política por parte de la izquierda para transformar España en un narcoEstado y Baleares en un monocultivo de marihuana”.

A su entender, “ningún compareciente” en la subcomisión “ha negado que la legalización del presunto uso medicinal de la marihuana se traslada en un aumento del uso recreativo”, convencido de que el cannabis “es una droga de abuso” con “muchísimos efectos”, entre los que citó la esquizofrenia y el deterioro cognitivo, además de sus “consecuencias sociales y sanitarias desastrosas”.

“No hay evidencia científica sólida que apoye el uso medicinal del cannabis”, espetó, para augurar que, “lo que pasará en España si se autoriza el presunto uso medicinal del cannabis es meter el caballo de Troya y aumentar el uso recreativo, que es el interés de la izquierda para tenernos a todos fumados”.