CONCLUYE EL JUICIO CONTRA DOS POLICIAS DE PARA ACUSADOS DE TORTURAR A UN JOVEN

MADRID
SERVIMEDIA

Para dentro de una semana se espera la sentencia del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid contra los policías José García González y Manuel García Mancha, acusados de torturar, en la madrugada del 26 de abril de 1985, a Manuel Rafael Gómez, "Willy", en la comisaría de Parla.

Tanto el fiscal como las acusaciones particular y popular han coincidido en señalar que "Willy" fue detenido para ser "interrogado" como sospechso del robo que había tenido lugar el día anterior y en el que resultó muerto el policía Miguel Breganciano.

Las supuestas torturas sobre "Willy" se produjeron, según el fiscal y las dos acusaciones citadas, en el transcurso de este interrogatorio y fueron realizadas por los dos policías, que ahora quedan a la espera del veredicto de la sección primera de la Audiencia Provincial de Madrid.

El 30 de abril de 1985, cuatro días después de su detención, "Willy" ingresó en el hospital para ser interveido del bazo, que supuestamente resultó afectado por los malos tratos sufridos en la comisaría de Parla, y falleció en 1988 a causa de una neumonía, que la acusación no ha querido relacionar en ningún momento con los presuntos malos tratos.

CULPABILIDAD PROBADA

Fernando Salas, abogado de la acusación popular, declaró que espera una "sentencia condenatoria", porque en el transcurso de la vista oral, que comenzó el pasado 4 de marzo, "se ha demostrado la culpabilidad de los acusados".

El fiscal slicita para los dos procesados cuatro meses de cárcel por el delito de torturas y cuatro años de inhabilitación por el delito de detención ilegal, así como una indemnización de 500.000 pesetas, de la que se debe hacer cargo el Estado, como responsable subsidiario.

Por su parte, la acusación particular y la popular solicitan cinco años de cárcel y diez de inhabilitación por el delito de torturas, tres años de suspensión de cargos públicos por el delito de detención ilegal y ocho de inhabilitación por pivación del ejercicio de derechos cívicos.

Sin embargo, el abogado defensor de los dos procesados, Fernando Carpena, solicitó durante su intervención la libre absolución de sus patrocinados por falta de pruebas y añadió que "si no hay prueba no puede haber condena".

FALSOS TESTIMONIOS

El letrado encargado de la acusación particular, Jaime Sanz de Bremond, denunció en su informe ante la sala las sucesivas contradicciones en que habían incurrido varios policías que comparecieron en el juicio comotestigos.

Según dichos testigos, no hubo ni detención ni interrogatorio. Sin embargo, estos extremos quedaron claramente desmentidos por los hechos probados en la vista oral, según el propio Sanz de Bremond.

Ante estas contradicciones, las acusaciones particular y popular han pedido nuevamente que se deduzca testimonio de las declaraciones del comisario jefe de Parla, Agustín Moreno, y de otros dos inspectores de policía, para estudiar la posible responsabilidad criminal de sus declaraciones comotestigos.

(SERVIMEDIA)
13 Mar 1991
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