Laboral

El Congreso aprueba la Ley de empleo, con medidas para la discapacidad y el refuerzo del papel de la Inspección de Trabajo ante los ERE

- Incluye la transformación del SEPE en Agencia Española de Empleo

MADRID
SERVIMEDIA

EL Pleno del Congreso de los Diputados aprobó este jueves el proyecto de Ley de Empleo que incorpora, entre otras medidas, la devolución de la potestad a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de pronunciarse ante los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y la ampliación de colectivos con dificultades de inserción laboral, como es el caso de las personas con discapacidad. El texto, que salió adelante por 187 votos a favor, 58 en contra y 101 abstenciones, será ahora remitido al Senado, donde continuará su trámite parlamentario.

Entre las medidas del proyecto de Ley de empleo, destaca el refuerzo de la Inspección de Trabajo ante los ERE, incluida en el texto a partir de una enmienda pactada entre las dos formaciones del Gobierno con Bildu. Ello generó el enfado de CEOE, que acusó al Ministerio de Trabajo de romper el acuerdo de la reforma laboral por adoptar esta acción fuera de la mesa con los agentes sociales.

Concretamente, la enmienda aprobada detalla que "el informe de la inspección se pronunciará sobre la concurrencia de las causas especificadas en la comunicación inicial y constatará si la documentación presentada por esta se ajusta a la exigida en función de la causa concreta para despedir".

ATENCIÓN PRIORITARIA

Por otra parte, en cuanto a los colectivos de “atención prioritaria” para la política de empleo, el artículo 50 de la Ley de empleo cita a las personas jóvenes especialmente con baja cualificación; desempleados de larga duración; personas con discapacidad; personas con capacidad intelectual límite; personas Lgtbi (en particular trans); mayores de 45 años, y personas migrantes.

También incluye a las personas beneficiarias de protección internacional y solicitantes de protección internacional en los términos establecidos en la normativa específica aplicable; mujeres con baja cualificación; mujeres víctimas de violencia de género; personas en situación de exclusión social; personas gitanas, o pertenecientes a otros grupos poblacionales étnicos o religiosos; trabajadores provenientes de sectores en reestructuración; afectados por drogodependencias y otras adicciones; víctimas del terrorismo, así como personas cuya guardia y tutela sea o haya sido asumida por las administraciones públicas, y descendientes en primer grado de las mujeres víctimas de violencia de género.

Asimismo, la Ley de empleo resalta que los programas específicos y las medidas de acción positiva se reforzarán en los supuestos en que se produzcan situaciones de interseccionalidad.

Respecto al colectivo de personas con discapacidad, se reconocerá mayores dificultades de acceso al mercado de trabajo a las personas con parálisis cerebral, con trastorno de la salud mental, con discapacidad intelectual o con trastorno del espectro del autismo, con un grado de discapacidad reconocido igual o superior al 33%,, así como las personas con discapacidad física o sensorial con un grado de discapacidad reconocido igual o superior al 65%.

Del mismo modo, en el trámite parlamentario se ha incorporado una enmienda a propuesta del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) por la que se considerará, a efectos de la Ley de empleo, que presentan “una discapacidad en grado igual o superior al 33% las personas pensionistas de la Seguridad Social que tengan reconocida una pensión de incapacidad permanente en el grado de total, absoluta o gran invalidez y las personas pensionistas de clases pasivas que tengan reconocida una pensión de jubilación o de retiro por incapacidad permanente para el servicio o inutilidad”. Se modifica así, mediante la disposición final segunda, el texto de la Ley general de los derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social.

TRANSFORMACIÓN DEL SEPE

Por otro lado, el texto establece que el actual organismo autónomo del Servicio Público de Empleo Estatal se transformará en la Agencia Española de Empleo. Este cambio permitirá mejorar su gestión y funcionamiento sin que suponga un cargo económico al erario público, según el Ministerio de Trabajo.

La eficacia de las políticas de empleo se someterá a un nuevo procedimiento de evaluación. Tanto la Estrategia como el Plan Anual para el Fomento del Empleo Digno estarán, por tanto, orientados a resultados.

Los objetivos de la norma son establecer un marco de ordenación de las políticas públicas de empleo, promover y desarrollar la planificación, coordinación y ejecución de la política de empleo y ofrecer nuevas herramientas a las personas trabajadoras, desempleadas y ocupadas, y a las empresas, para mejorar la calidad del empleo, la orientación y el acompañamiento.

Se regula también una “cartera común de servicios” en todo el país, de modo que se elaborará un perfil individualizado de la persona que recibirá tutorización individual y continuada y para la que se elaborará un itinerario personalizado. Cada usuario tendrá un expediente laboral personalizado único.

Cada persona recibirá formación para el empleo, podrá contar con asesoramiento para el autoempleo y el emprendimiento y el pilar de la nueva norma es el acompañamiento personalizado con la oferta de una cartera común de servicios de intermediación laboral eficiente. Además, estos servicios podrán prestarse presencialmente o de manera telemática.

También se favorece que en la Conferencia Sectorial de Empleo, formada por Gobierno y comunidades, se puedan adoptar recomendaciones para mejorar políticas que no estén “funcionando” adecuadamente y, al mismo tiempo, potenciar otras que sí estén dando frutos.

Igualmente, las empresas tendrán a su disposición un catálogo de servicios garantizados que permitirá la gestión de las ofertas de empleo presentadas a los servicios públicos de empleo, información y asesoramiento en la contratación, identificación de necesidades de formación y apoyo en los procesos de recolocación. Además, podrán recibir información y asesoramiento sobre las ofertas en el ámbito de la Unión Europea a través de la Red Eures.

DEBATE

En el debate del proyecto de ley, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quiso “desmentir” una afirmación del diputado del PP Diego Movellán, quien dijo que se ha incorporado al texto vía enmienda “el traspaso de competencias en gestión del pago y control de prestaciones por desempleo”.

Díaz respondió que “donde hay papel, las barbas se callan” y aseguró que “esta ley no va a transferir la gestión de las prestaciones públicas de desempleo a ninguna comunidad autónoma”.

Por su parte, Movellán consideró la nueva norma, en la que se revisan las políticas activas de empleo, “una de las tramitaciones más chapuceras que se recuerda en esta Cámara” y que hará que dichas políticas sigan “sin funcionar”.

Movellán afirmó que “trabajan ustedes muy poco los textos legislativos cuando se trata de proteger a las mujeres o a los más de tres millones de parados, pero muy bien y con mucha rapidez cuando se trata de proteger a los amigos condenados por sedición y malversación”.

Juan José Aizcorbe, diputado de Vox, denunció que la enmienda sobre la Inspección pactada con Bildu “revienta” el diálogo social, defendido por Díaz y “cualquier palabra dada no sirve de nada”.

Precisamente, desde Bildu, Óskar Matute se alegró de la “publicidad” dada a esta enmienda y aprovechó para criticar a CEOE. “Quien nada oculta, nada teme, quizás ocultan demasiadas cosas”, consideró, y añadió que si CEOE se “enfada” por el acuerdo, “es un honor, lo que sería un horror es que la CEOE se alegrara”.

Por el PSOE, Esther Peña destacó que la ley garantizará 11 derechos a los desempleados a través de los servicios públicos de empleo y que habrá 3.000 orientadores más para ayudar a buscar empleo. “Que ustedes se opongan es casi una garantía de éxito”, dijo Peña en respuesta al PP y criticó a este partido por tener recurrida en los tribunales la reforma laboral.

(SERVIMEDIA)
22 Dic 2022
DMM/MMR/gja