Salud y medio ambiente

La contaminación del aire perjudica el apareamiento de los insectos

- Según un nuevo estudio

MADRID
SERVIMEDIA

Altos niveles de ozono en la atmósfera dificultan el apareamiento exitoso de los insectos y, por tanto, pueden contribuir a la disminución global de sus poblaciones.

Esa es la conclusión de un estudio realizado por ocho investigadores del Instituto Max Planck de Ecología Química (Alemania) y publicado este martes en la revista ‘Nature Communications’.

El efecto oxidante del ozono hace que se rompan los dobles enlaces carbono-carbono que se encuentran en las moléculas de muchas feromonas de insectos, por lo que la señal de apareamiento químico específico se vuelve disfuncional.

Los investigadores han mostrado este efecto en la mosca de la fruta (‘Drosophila melanogaster’) y en otras nueve especies del género ‘Drosophila’. Lo más notable es que la comunicación sexual interrumpida también provocó que las moscas macho exhibieran un comportamiento de apareamiento inusual con los machos ozonizados de su propia especie.

La comunicación sexual de los insectos depende en gran medida de las feromonas, atrayentes químicos que permiten que apareen machos y hembras de una especie.

Las feromonas sexuales son distintivas de machos y hembras de una especie. Incluso las diferencias más pequeñas, como las que se observan en la formación de nuevas especies, hacen que el apareamiento ya no se produzca, ya que machos y hembras solo se encuentran a través del olor inconfundible de sus congéneres.

La mayoría de las feromonas de insectos son moléculas de olor que contienen dobles enlaces carbono-carbono. Se sabe que estos dobles enlaces se destruyen fácilmente con el ozono. "Ya sabíamos que los contaminantes ambientales como el ozono y el óxido nítrico degradan los aromas florales, lo que hace que las flores sean menos atractivas para sus polinizadores”, indica Markus Knaden, autor principal del estudio.

CORRIENTE DE AIRE

Para estudiar los efectos del ozono en el comportamiento de apareamiento de la mosca de la fruta, los científicos desarrollaron por primera vez un sistema de exposición al ozono que podría imitar los niveles de ozono en el aire, ya que hoy en día a menudo se miden en las ciudades durante el verano.

Para ello, crearon una corriente de aire continua con niveles de ozono definidos con precisión, lo cual se complica por el hecho de que ese gas no es un compuesto químico estable y se descompone fácilmente. Al mismo tiempo, las moscas suelen transportar cantidades muy pequeñas de feromonas incluso en condiciones normales.

"Por lo tanto, necesitábamos una técnica que nos permitiera medir incluso pequeñas cantidades de feromonas en moscas individuales que habían estado o no expuestas al ozono antes de las mediciones. Para hacer esto, usamos lo que se conoce como unidad de desorción térmica acoplada a un cromatógrafo de gases/espectrómetro de masas, que nos permitió medir pequeñas cantidades de olores emitidos por moscas individuales”, comenta Knaden.

En los experimentos, las moscas macho estuvieron expuestas a concentraciones de ozono ligeramente elevadas. Luego, los científicos midieron si las moscas aún emitían su feromona. Cuando fueron expuestas a 100 ppb (partes por mil millones) de ozono durante dos horas, los niveles de feromonas medidos disminuyeron significativamente en comparación con un grupo de control que solo había estado expuesto al aire ambiente.

Además de los machos de la mosca modelo ‘Drosophila melanogaster’, los investigadores también probaron moscas macho de ocho especies relacionadas del género ‘Drosophila’. En una sola especie, (‘Drosophila busckii’), la liberación de feromonas masculinas específicas no se vio afectada después de la exposición al ozono, pero estos compuestos tampoco contienen dobles enlaces carbono-carbono y, por lo tanto, no reaccionan tan fácilmente con el ozono.

DISMINUCIÓN GLOBAL

La mayoría de las feromonas de insectos contienen dobles enlaces carbono-carbono. Por lo tanto, se cree que el ozono interfiere con la comunicación sexual en muchas especies de insectos.

"Los insectos y sus feromonas han evolucionado a lo largo de millones de años. Por el contrario, la concentración de contaminantes del aire solo ha aumentado drásticamente desde la industrialización. Es poco probable que los sistemas de comunicación de los insectos sean capaces de adaptarse a las nuevas condiciones en un corto perIodo de tiempo si las feromonas de repente ya no están allí. La única solución a este dilema es reducir de inmediato los contaminantes en la atmósfera", subraya Bill Hansson, coautor del estudio.

Los altos niveles de ozono no solo son dañinos para la salud humana. El estilo de vida actual de las naciones industrializadas tiene un coste muy alto para el medio ambiente y el clima, y muchos efectos indirectos ni siquiera se conocen.

El nuevo estudio proporciona una explicación adicional de por qué las poblaciones de insectos están disminuyendo drásticamente en todo el mundo, además de la aplicación de insecticidas y la eliminación de hábitats. Si la comunicación química se ve interrumpida por contaminantes en el aire, no pueden reproducirse a un ritmo suficiente.

Esto también puede afectar a muchos polinizadores, como las abejas y las mariposas. El hecho de que el 80% de los cultivos necesiten ser polinizados por insectos deja claro qué escala puede tomar este problema en el futuro si no se consigue reducir drásticamente la contaminación del aire.

(SERVIMEDIA)
14 Mar 2023
MGR/clc