Así lo declaró durante una rueda de prensa en la Cámara Baja durante la que argumentó que “el prohibicionismo no transforma y no ha transformado nunca”, y añadió que “no ayuda a las trabajadoras sexuales”. De hecho, dijo Mireia Vehí, un informe de Amnistía Internacional sobre Irlanda, “que implantó una ley prohibicionista en 2017”, concluyó que “las leyes prohibicionistas facilitan ataques y abusos contra las trabajadoras sexuales”.

Para la diputada de la CUP, este asunto “no puede ser un debate moral sobre la prostitución en abstracto”, porque “la política pública no tiene que versar sobre las cuestiones morales, tiene que versar sobre las cuestiones materiales, sobre los derechos”. Vehí aclaró que para su formación “el abolicionismo es una perspectiva respetable, pero el PSOE no está haciendo una abolicionismo material”.

En su opinión, “si se quiere acabar con la prostitución de muchas de las personas se debería pensar en abolir la Ley de Extranjería”, ya que, “según un informe de Médicos del Mundo el 90% de las trabajadoras sexuales que atienden son migrantes”, y de ese 90% “casi el 70% está en una situación irregular”.

UNA RENTA BÁSICA

Mireia Vehí apunto que el PSOE “no habla de abolir a la Ley de Extranjería en estos casos” ni habla de “una renta básica universal como alternativa al trabajo sexual”, porque el PSOE “no está haciendo un ejercicio sincero de abolicionismo material”, sino que “lo que está haciendo es perseguir a las trabajadoras sexuales y esto es un problema”. Y añadió que “el ‘punitivismo’ abre la puerta a más ‘punitivismo’, nunca ha servido para nada”.

Finalmente, criticó la propuesta socialista sobre la pornografía y se preguntó “si alguien piensa que censurando el porno la gente va a dejar de verlo en el Estado español”. La diputada de la CUP admitió que “seguramente el porno es patriarcal”, y consideró que la solución es “que se financie la industria del porno para que se haga porno feminista”.

A juicio de Vehí, “lo que no puede pasar es que se censure el porno porque es patriarcal, pensando que la gente no distingue entre fantasía y realidad”, y concluyó que “la proposición de ley del PSOE es un absurdo, es un absurdo conservador y es una salida autoritaria a una cuestión mucho más compleja”.