Según explicó a Servimedia una representante de UGT de las oficinas de Olivetti en Barcelona, "oficialmente no nos han comunicado nada, no sabemos hasta qué punto nos va a afectar" la dimisión de Benedetti.

La multinacional italiana decidió cerrar su factoría de Barcelona el pasado mes de mayo a causa de las fuertes pérdidas que sufría, aunque conserv el departamento de comercial y administración.

El cierre de la fábrica, en la que trabajaban 185 personas, se enmarcó en un proceso de reestructuración que también afectaba a dos plantas de Olivetti en Italia y una en Singapur y cuyo objetivo era concentrar la actividad de algunas de sus grandes factorías.

La empresa alegó entonces que la planta de Cerdanyola tenía "un problema de eficiencia productiva" que le hacía perder dinero.