ENRESA PRESELECCIONA 21 ZONAS PARA UBICAR EL 'CEMENTERIO NUCLEAR', SEGUN AEDENAT

MADRID
SERVIMEDIA

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) ha puesto en marcha la penúltima fase de los estudios geolóicos que inició en 1987 encaminados a la búsqueda del emplazamiento geológico que acogerá el 'cementerio' de residuos de alta actividad.

Según reveló hoy la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat), esta fase, conocida como Proyecto ZOA (acrónimo de Zonas Favorables), se ha iniciado este año y terminará en el 2000, e incluye el análisis pormenorizado de las características geológica de 21 emplazamientos preseleccionados, alguno de los cuales, mantiene Aedenat, acogerá el 'cementerio nuclear.

En el año 2000 Enresa propondrá al Parlamento entre tres y cinco emplazamientos, para que sean las Cortes quienes finalmente decidan cuál acogera los residuos radiactivos. En el 2015 podrían comenzar las obras de construcción del almacenamiento que acogerá los residuos más peligrosos que producen las centrales nucleares.

Aedenat reveló hoy catorce zonas que la organización ecologista asegura están incluidas en el Proyecto ZOA. Tres se localizan en Andalucía, concretamente en Villanueva e Córdoba, Mogábar y Belalcázar de los Pedroches; una en Sonseca (Toledo); otra en La Serena (Badajoz), y tres en Castilla y León, dos en la provincia de Avila y una en Almeida, entre Zamora y Salamanca. En todas estas áreas predominan las formaciones graníticas, por las que Enresa muestra un especial interés.

Además, Aedenat cita otras zonas constituidas por formaciones geológicas arcillosas o salinas: Los Monegros (Zaragoza), Cinca y Monegros (Huesca), Salinas de Rosío (Burgos), San Pedro (Burgos), a Segarra (Lérida) e Izaga (Navarra).

Según la organización ecologista, se han preseleccionado entre una y cuatro zonas más salinas o arcillosas en la cuencas del Ebro y del Duero; y entre tres y seis zonas más en granito. Entre estas áreas se podrían encontrar Grijalba y Sasamón, en la provincia de Burgos, ya que Aedenat mantiene que Enresa ha solicitado permiso para realizar sondeos.

La preselección de las zonas incluidas en el Proyecto ZOA deriva de los estudios realizados por Enresa desde 198 en multitud de áreas repartidas por las comunidades peninsulares para conocer sus características geológicas.

PRESELECCION

Los datos de Enresa revelan que la primera fase de los estudios destinados a la búsqueda del emplazamiento geológico que albergará el 'cementerio' de residuos radiactivos de alta actividad se inició en 1987, ya que ese año y el siguiente se acometió el denominado Proyecto IFA, cuyo objetivo era identificar todas aquellas formaciones geológicas que, a priori, reunieran suficients condiciones hidrogeológicas y sismotécnicas. El Proyecto IFA cubría la mayor parte del territorio estatal.

A continuación Enresa puso en marcha el Proyecto ERA, que se desarrolló entre 1989 y 1990 y permitió preseleccionar 36 áreas favorables, aunque de enorme superficie, ya que oscilaban entre los 200 y los 2.000 kilómetros cuadrados cada una.

La tercera fase se denominó AFA y acaba de finalizar. De confirmarse los datos de Aedenat, Enresa habría seleccionado las 21 áreas favorables incluidas n el Proyecto ZOA, cuya superficie ya se habría reducido considerablemente, puesto que oscilaría entre los 50 y los 200 kilómetros cuadrados.

Del Proyecto ZOA surgirían los tres, cuatro o cinco candidatos finales, sobre los que se iniciaría una última fase de estudio, ya sobre una superficie mucho más reducida y definida, puesto que oscilaría entre tres y seis kilómetros cuadrados.

Para Antonio Lucena, ingeniero de Minas y miembro de Aedenat, ninguna formación geológica reune condiciones adecuada para acoger el 'cementerio' nuclear de alta actividad, ya que nadie puede garantizar cómo evolucionarán las formaciones geológicas que acojan estos residuos durante los próximos 500.000 años, período de vida útil para algunos isótopos radiactivos.

Según Lucena, el granito es compacto pero frágil, las formaciones salinas son excesivamente solubles y las arcillosas presentan una resistencia mecánica nula.

El portavoz de Aedenat señaló que las 1.500 toneladas de residuos radiactivos de alta actividd que en la actualidad se encuentran almacenados en el interior de las centrales nucleares aumentarán hasta las 6.700 toneladas cuando estas instalaciones finalicen su vida útil y sean clausuradas.

Por ello, Aedenat ha solicitado la clausura inmediata de todas las centrales nucleares y la apertura de un debate social y político encaminado a decidir el futuro de los residuos ya existentes.

(SERVIMEDIA)
28 Nov 1995
GJA