Los resultados muestran que antes de la covid ya había “múltiples carencias previas en la atención al final de la vida en residencias de mayores”. El objetivo de este artículo fue describir cómo los profesionales trataron de alcanzar los objetivos de un programa de intervención para mejorar la atención al final de la vida (Programa NUHELP), desarrollado para estos mismos centros justo antes de la pandemia.

El título del estudio es ‘Inadecuados recursos humanos, materiales y formativos: una evaluación cualitativa de los objetivos del programa de atención al final de la vida de NUHELP en el contexto de la pandemia de covid-19’ y sus resultados han sido publicados en ‘Palliative Medicine’, una de las principales revistas de cuidados paliativos.

En general, los profesionales entrevistados en este trabajo trasladaron “sentimientos de impotencia, abandono y deshumanización”. Los autores de estudio concluyeron que “se precisan mayores recursos humanos, materiales y formación específica en cuidados paliativos en residencias de mayores”. Los resultados muestran también que la pandemia “ha revelado múltiples carencias previas en la atención al final de la vida en residencias de mayores”.

Según los investigadores hay “pocos estudios que narran cómo los profesionales han vivido en primera persona la atención al final de la vida en un contexto tan castigado como las residencias de mayores durante las primeras olas de la pandemia”. Precisamente el artículo aporta testimonios concretos de la experiencia de los trabajadores de centros de mayores, "que traspasó los límites de lo que hasta ese momento conocían como su actuación profesional", según un comunicado de la UGR.

Con respecto a la metodología, se llevaron a cabo 20 entrevistas a profesionales, 13 de residencias de mayores de Granada y Jaén, y siete enfermeras de centros de salud de referencia de éstas, que trabajaron en los centros entre marzo y noviembre de 2020, coincidiendo con las primeras olas de la pandemia.

El estudio de la UGR también reflejó que se llevaron a cabo medidas para permitir a los familiares de los residentes pasar los últimos momentos de vida con ellos, "a veces incluso en contra de las férreas restricciones impuestas en las residencias".

Los profesionales de este estudio vaticinaron "la aparición de un duelo complicado en aquellos casos en los que no existió despedida". En cuanto a la derivación de los casos complejos a servicios especializados de cuidados paliativos, "dependió de la coordinación entre los centros de atención primaria y las residencias".