EL FISCAL PIDIO 7 AÑOS PARA UN CAMIONERO Y UN LABRADOR ACUSADOS DE TRAFICAR CON UNA TONELADA Y MEDIA DE HACHIS

VALLADOLID
SERVIMEDIA

La Audiencia de Valladolid celeberó hoy el juicio contra las dos personas acusadas de traficar con un alijo de 1.671 kilos de resina de hachís, que fue descubierto en Pedrajas de San Esteban, en agosto de 1991 por dos guardias jurados que vigilaban un coto de caza

El fiscal pidió penas de 7 años de prisión y multa de 60 millones de pesetas para Petrus Johanes, conductor del camión en el que fue encontrada la droga, y el labrador Francisco Porto, mientras que sus defensores solicitaron la libre absolución.

Johanes explicó durante la vista que recibió una llamada en Holanda, poco antes de emprender un viaje hacia Talavera de la Reina, donde tenía que transportar una carga. El interlocutor, que se identificó como "Fran", le preguntó si podía regresar con "alo", a lo que accedió.

Después de realizar el porte en Talavera, recibió instrucciones para dirigirse hasta la localidad vallisoletana de Pedrajas de San Esteban.

En la noche del 3 de agosto de 1991, dos vigilantes jurados alertaron a la Guardia Civil tras observar que varios individuos cargaban un camión en medio de un pinar.

Los agentes detuvieron en el mismo lugar al conductor del automóvil, Petrus Johanes, mientras que el resto conseguía huir en un "Range Rover". Dos días más tarde, los gardias localizaban al propietario del vehículo todo-terreno en que se dieron a la fuga los traficantes, que resultó ser el labrador Francisco Porto.

El ministerio público consideró que el camionero holandés no ignoraba el verdadero alcance de la operación en la que estaba participando y defendió que, en cualquier caso, es culpable por el delito que cometió, "no por lo que él creía que estaba haciendo".

El fiscal reclamó una condena similar para el labrador, al que considera jefe de la operación, unque no ha sido demostrada su presencia física en el lugar y la fecha de los hechos, ni que el vehículo en el que huyeron los malhechores fuera de su propiedad, como expuso el abogado defensor.

Portos manifestó al tribunal que el día 1 de agosto se trasladó en coche desde Villagarcía de Arosa (Pontevedra) hasta Medina del Campo (Valladolid) para hacer unas compras. Después regresó a su casa en tren, tras comprobar que era fiesta en la localidad.

Cuando las acusaciones demostraron que el día señaado Renfe no efectuó trayecto alguno entre Medina del Campo y Pontevedra, el labrador rectificó asegurando que volvió en auto-stop.

Por su parte, el abogado del camionero basó su alegato en la crítica al artículo 344 del Código Penal, que tipifica el delito de tráfico de drogas, destacando que la normativa no ha conseguido acabar con las grandes redes de narcotráfico. "Así lo demuestra", dijo, "el hecho de que sólo se haya conseguido sentar hoy en el banquillo a un camionero y un labrador".

"Las randes organizaciones son muy difíciles de desentrañar porque sus últimas ramificaciones no conocen, ni deben conocer, lo que se hace", aseguró para sustentar la declaración de su defendido, que negó en todo momento conocer el contenido de la mercancía que se disponía a transportar hasta Holanda.

(SERVIMEDIA)
11 Jun 1992
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