En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que giró casi exclusivamente sobre la ruptura de las negociaciones, que el PP ha querido atribuir a la intención del Gobierno de rebajar las penas para el delito de sedición, Rodríguez trató de divulgar esta versión.

“En el Partido Popular nos dijeron que venía alguien nuevo a liderar, pero lamentablemente lo que hemos visto es que el señor Feijóo no lidera nada”, sentenció Rodríguez, dando a entender que, cuando estaba decidido a pactar la renovación, se dejó convencer por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y medios de comunicación de derechas de que no le convenía llegar a un acuerdo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

“Sobre la situación tras la ruptura por parte del Partido Popular de las negociaciones para dar respuesta a la situación anómala, antidemocrática en la que se encontraba bloqueado el Consejo General del Poder Judicial y con ellos también los nombramientos de otros órganos como el Tribunal Constitucional, claramente el Gobierno se mantiene en su posición de que el cumplimiento de la Constitución no admite chantajes”, comenzó respondiendo la portavoz a la primera de las cinco preguntas que se le formularon al respecto.

“Por tanto, lo que hará el Gobierno será cumplir la Constitución. Es una obligación del Gobierno el cumplimiento constitucional, pero también lo es de la oposición”, estableció, lamentando que el PP, tras cuatro años de bloqueo del CGPJ, ahora se reafirma en “mantener ese bloqueo a futuro y ‘sine die’”.

Rodríguez se entretuvo más en las críticas al PP y su presidente que en aclarar cómo hará el Gobierno cumplir la Constitución y renovar el CGPJ. Afeó a Feijóo que ,sin cumplir la Constitución, no tiene legitimidad para pedir que otros la cumplan; que para “insultar” y bloquear e incumplir la Carta Magna “ya teníamos a Casado”. Al PP le acusó de estar “echado al monte” y de haber quedado “inhabilitado” como partido de Gobierno por estar “en rebeldía constitucional”.

Cuando se le instó a aclarar qué hará el Gobierno, en particular si el PSOE y Unidas Podemos retomarán su proposición de ley para dejar en mayoría absoluta y no de tres quintos la necesaria para designar a los vocales, la portavoz prefirió lamentar que Feijóo, a quien dijo que no se atreve a llamarle “líder”, “incluso para cumplir la Constitución tiene que pedir permiso”, se entiende que a Ayuso y los medios de comunicación.

"GARANTIZAR QUE FUNCIONAN LOS ÓRGANOS"

“Lo que yo quiero garantizar, para lo que este Gobierno va a trabajar, es para garantizar que funcionan los órganos a pesar del Partido Popular”, fue la frase que más cerca se quedó de avanzar una posible rebaja de la mayoría, pese a que ulteriores preguntas le urgieron a precisar a qué se refería con 'hacer funcionar los órganos a pesar del PP'.

La portavoz insistió en que “quien ha cambiado de posición es el Partido Popular” en relación a la reforma del delito de sedición, que hasta ahora decía que “no había inconveniente, que se trataban de asuntos distintos y que lo prioritario era cumplir la Constitución y desbloquear esta situación”, y ahora hasta manipula conversaciones privadas “para tapar algunas excusas, que a lo mejor son inconfesables o incontestables”.

Ni siquiera concretó si el Gobierno designará a los dos vocales del Tribunal Constitucional que le corresponde nombrar, sino que prefirió “poner el acento en que es insoportable que el principal partido de la oposición se niegue a cumplir la Constitución, que Feijóo tenga que pedir permiso para cumplir la Constitución”.

“Con él no se puede jugar ni un parchís, porque no respeta las reglas del juego”, metaforizó, interpretando que Feijóo “ha quedado desacreditado, también ante una parte de su electorado, que confiaba en que él venía a hacer algo distinto de lo que hizo el señor Casado y ha vuelto lo mismo: al insulto, al bloqueo y al incumplimiento”.

Cuando se le preguntó por las palabras del expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont revelando que desde el PSOE se le ofreció un trato muy favorable en cuanto a disminución de su pena si volvía a España a ser juzgado, Isabel Rodríguez llegó a comparar su responsabilidad de incumplir la Constitución al intentar independizar a Cataluña de España con la del Gobierno del PP al no poder impedirlo.

“Lo que no es de recibo, que es lo que estoy escuchando en las últimas horas”, deploró, “es que el Partido Popular utilice a Puigdemont como elemento o como argumento de autoridad, como una nueva excusa o un nuevo escudo de protección ante la debilidad de no saber dar explicaciones al conjunto de los españoles por incumplir la Constitución”.

“Es inadmisible que aquéllos que no fueron capaces de mantener o que pusieron en riesgo el orden constitucional, por una y otra parte, el Partido Popular y Puigdemont, ahora tengan que recurrir el uno al otro como argumento de autoridad. Es elocuente, y desde luego en el caso del Partido Popular una vergüenza, que utilicen a este señor como argumento de autoridad en lugar de estar del lado del Gobierno y del cumplimiento de a Constitución” .