El plan se ha iniciado esta semana, supondrá la inversión de 28.000 euros y se prolongará a lo largo de todo el verano. Se ha elaborado ya un estudio en el que se ha detectado que el principal problema se encontraba en zonas con agua estancada, asociada a vegetación marginal y en enjambres en las cercanías de los cursos de agua. Los insectos son de dos especies, el mosquito urbano y los quironómidos o mosquitos no picadores.

Para acabar con la invasión de insectos se está realizando la fumigación con humo o la termonebulización para reducir el número de mosquitos adultos, especialmente en las zonas de arbolado del casco urbano, así como en acequias y márgenes del río Jarama.

Para eliminar las larvas se aplicará un tratamiento larvicida en las zonas de agua estancada como rejillas del casco urbano, acequias y balsas de riego de las Vegas y Los Arenales o encharcamientos en las zonas del Caz del Molino, el río Jarama y el Tajuña además de en algunas piscinas o estanques particulares.

Estos sistemas de plaguicidas biológicos tienen una baja toxicidad y un escaso impacto ambiental, de acuerdo con las normas internacionales de gestión de calidad y de gestión medioambiental.