GONZALEZ QUIERE QUE GUERRA CONTINUE DE "NUMERO DOS" EL PSOE PERO DEJA CLARO QUE NO VA A GOBERNAR A LAS ORDENES DEL PARTIDO
-Asegura que, para él, no hay sectores en el PSOE
-Reconoció que hasta su padre se queja de la pensión que cobra, pero que lo comprende cuando le explica por qué
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El presidente del Gobierno, Felipe González, manifestó hoy que "sin duda" Alfonso Guerra estará en la Ejecutiva dl PSOE y que espera que sea en el mismo puesto que ocupa ahora, la vicesecretaría general del partido, pero dejó claro que el Ejecutivo depende de los votantes y del Parlamento, no de la dirección del partido.
Al preguntarle si cree que Alfonso Guerra desempeñará algún cargo en la Ejecutiva, contestó, en declaraciones a los "Desayunos de Radio 1": "sin duda; espero, claro; depende de los compañeros y también depende de Alfonso, pero yo creo que no hay duda de que estará".
Respecto a si quiere queGuerra continúe en el mismo puesto, respondió: "eso espero que sea así, aceptado por los compañeros, yo desde luego lo propondré".
Aseguró que es falso que el Congreso esté pactado de antemano entre él y los guerristas, tras las reuniones mantenidas en los últimos días con destacados reprsentantes de ese sector, ya que el resultado final depende de lo que quieran los delegados.
"Lo que ocurre es que hay quien piensa que la entrevista entre Alfonso y yo supone pactar entre diferentes sectores del artido. Esto no es cierto, ni ha habido ni siquiera ese intento o ese deseo de pacto en todas las reuniones previas", indicó.
Explicó que ha visto a "todos los compañeros que han querido verme" y que ha hablado con ellos sobre la composición de la Ejecutiva del PSOE y del régimen de incompatibilidades, entre otras cosas, "pero nunca lo he hecho pensando que estoy negociando con una parte o con otra parte, con ese espíritu no lo he hecho nunca".
Abogó en favor de que la Ejecutiva que salga del próimo Congreso del PSOE sea "altamente representativa" y "equilibrada", si bien no concretó que significa este calificativo, al limitarse a señalar que supone que estén "los que tengan que estar". Sólo aclaró que le gustaría que hubiese más mujeres en la dirección y personalidades políticas fuertes.
Asimismo, dejó claro que "nunca" ha pedido "manos libres", aunque se mostró convencido de contar "un grado considerable de confianza de los compañeros".
Recalcó que "no hay ningún grado de sometimiento"del Gobierno a la dirección del PSOE e hizo hincapié en que el Ejecutivo se debe "en primer lugar a sus votantes", más de nueve millones, y no a los militantes del Partido Socialista, unos 350.000.
Agregó que el Gobierno sólo depende del Parlamento y de los electores, y lo que tiene que haber es una "relación fluida" con el partido, que es el que aprueba el programa electoral que posteriormente sirve como base para el "gran pacto" entre el Ejecutivo y los votantes.
"Esto es el 'abc', es de perogrllo en las sociedades democráticas. ¿Qué hay alguna tensión entre la dirección de un partido y el Gobierno? En todos los países se produce; en el nuestro, menos que ninguno", remachó.
Sobre la presencia de independientes en el Gobierno, recordó que los ha habido desde el primer gabinete socialista constituido tras los comicios del 82.
En cuanto a las siglas, aseguró que la "o" de obrero, del Partido Socialista Obrero Español no sobra y que el objetivo del Congreso es renovar, no refundar el partio.
El presidente del Gobierno reiteró nuevamente que no aspira a la presidencia de la Comisión Euroepa y que su intención de mantenerse al frente del Ejecutivo, "mientras los ciudadanos me aguanten".
ESTADO DEL BIENESTAR
Por otra parte, Felipe González dijo que los desafíos del Congreso del PSOE son el empleo y el Estado del Bienestar, por encima de las cuestiones internas del partido, porque esos "son "los problemas que preocupan al ciudadano".
No obstante, admitió que el Congreso es espeialmente importante porque viene precedido de un "exceso" de conflictividad interna y porque se produce en una encrucijada histórica internacional que abre una nueva época que exige respuestas "rigurosas".
Opinó que los responsables del partido están "en su inmensa mayoría" a favor de la renovación, y que todos se dan cuenta de que los valores de solidaridad deben ser defendidos "sin comprometerse a hacer algo que el país no pueda pagar". Advirtió que el sostenimiento de las pensiones, la educación y a sanidad depende de la competitividad de la economía.
Dejó claro, sin embargo, que dentro del PSOE no hay ningún enfrentamiento entre socialdemócratas y neoliberales, porque esta última opción no la defiende nadie. Aquí lo que se discute, explicó, es si las propuestas sociales son financiables o no.
En relación a la polémica sobre el Estado del Bienestar, se mostró partidario de corregir los abusos en el cobro de las prestaciones, en el seguro de desempleo, las incapacidades laborales y otras. Subrayó que los pensionistas "pueden estar absolutamente tranquilos" y destacó que es la primera vez en la historia de España que también cobran prestaciones, de carácter asistencial, quienes no contribuyeron previamente con cotizaciones a la Seguridad Social.
Relató como anécdota que su propio padre le dijo que "con la pensión que me dáis no podría vivir" y que él tuvo que explicarle que no podía percibir más, dado lo que había contribuido a través del extinguido Seguro Obligatorio de Vejez e Invaidez (SOVI).
"Lo entendió perfectamente. Me dijo: 'tienes razón, estoy percibiendo mucho más de lo que yo he aportado durante mi etapa de trabajador por cuenta ajena'. Cuando fue trabajador por cuenta propia, ya se olvidó de eso y no fue acumulando lo que podríamos decir una renta o un capital para cobrar una pensión", explicó el presidente del Gobierno.
EL PARO, PREOCUPACION NUMERO UNO
Respecto al paro, dijo que es su preocupación número uno y expresó su confianza en que pronto sea posible creer al 2,5 por cien, tasa necesaria para que haya crecimiento neto de empleo.
También destacó la necesidad de rebajar el déficit público y de la inflación, si bien hizo hincapié en que la evolución de los precios no depende del Gobierno.
Criticó los "brindis al sol" que, a su juicio, hace el Partido Popular para reducir el déficit público con planes que, según González, son "las cuentas del Gran Capitán". "No les salen las cuentas, se lo hemos explicado mil veces. Me preocupa porque son un partidocon más de ocho millones de votos".
Por contra, valoró positivamente los acuerdos con Convergencia i Unió, de la que dijo que van "bastante bien, es una relación fluida, es seria, es respetuosa y responsable, no así las opiniones que algunos emiten sobre esa relación".
También afirmó que el pacto de rentas "le vendría muy bien al país", pero añadió que él "no es quien para juzgar" la conducta de los sindicatos y la patronal al respecto.
(SERVIMEDIA)
17 Mar 1994
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