Alimentación
Greenpeace propone más legumbres y menos carne en un nuevo modelo alimentario más sostenible
- El fin de las macrogranjas en 2050, más agricultura ecológica y menos desperdicio de comida son otras peticiones
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La organización Greenpeace presentó este martes un nuevo modelo para que el sector alimentario pase en 2050 de ser el mayor emisor de gases de efecto invernadero para reducir un 116% sus emisiones de CO2 en España, con propuestas como más legumbres y agricultura ecológica, menos carne de cerdo y desperdicio de comida, y el fin de las macrogranjas en 2050.
A través del informe ‘Revolución alimentaria: urge una transición del inviable sistema actual a un Modelo Alimentario Sostenible’, Greenpeace analiza el futuro del sistema alimentario español frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad, y plantea una transición alimentaria que mejoraría el impacto ambiental, la salud y el empleo.
“La necesidad está, hace falta la voluntad de cambio. La alimentación es un derecho y no una excusa para el lucro de unos pocos a costa del daño general. Se debe priorizar un modelo que funcione dentro de los límites planetarios, que proteja la agricultura familiar y social, la ganadería extensiva y la pesca artesanal y que permita abastecer a la población con dietas sostenibles, saludables y locales”, según Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace.
MODELO ACTUAL
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), la alimentación será el sector con más cantidad de gases de efecto invernadero en el mundo para 2050, por delante de la producción de energía o el transporte.
En España, el sistema alimentario aumentaría sus emisiones un 75% más y las agropecuarias subirían un 11%. Con el actual modelo, la cifra de especies amenazadas se incrementaría un 6% y se reducirán un 53% las capturas en caladero nacional.
La dieta seguirá siendo “excesiva” en proteínas de origen animal y “deficitaria” en legumbres, con una excesiva aportación de “grasas de origen animal altamente dañinas para la salud”, mientras continuarán tirándose alimentos a la basura, con un 7% más de emisiones por pérdida y desperdicio alimentario.
NUEVO MODELO
Por ello, Greenpeace, con el trabajo científico del ‘think tank’ Alimentta, ha analizado qué pasaría en el sistema alimentario español bajo dos modelos (el continuista y el modelo de alimentación sostenible), bajo diferentes escenarios de cambio climático en dos límites temporales: 2030 y 2050.
El modelo propuesto por Greenpeace conseguiría, para 2050, reducir un 116% las emisiones de la alimentación, un 95% las del sector agropecuario y un 88% las del pesquero.
Además, la contaminación de aguas por nitratos bajaría un 57%, se mejorarían las dietas con más consumo de legumbres y menos proteínas de origen animal, bajaría más de la mitad el desperdicio de alimentos y el empleo vinculado al sector alimentario aumentaría un 35%.
Por todo ello, Greenpeace propone 10 medidas, entre ellas que la producción agroecológica llegue a al menos un 25% en 2030 y el 100% en 2050, así como impulsar la producción y el consumo de legumbres y restantes alimentos de origen vegetal, y reducir el de los alimentos de procedencia animal.
En este sentido, aboga por abandonar la ganadería industrial y sus macrogranjas con un Plan Estratégico de Ganadería que permita determinar la carga ganadera máxima para cada región y reducir la cabaña intensiva hasta alcanzar un 50% menos en 2030 y su eliminación total en 2050. Ese plan debe garantizar una transición justa en el sector ganadero sin dejar a nadie atrás.
Otras medidas son eliminar la acuicultura industrial (macrogranjas marinas) y apostar por la pesca de bajo impacto ambiental y alto valor social, así como apoyar la creación de centros logísticos de distribución y venta alternativos, como los ’Food hubs’, donde se almacenan y distribuyen alimentos sostenibles, o mercados agroecológicos y la venta directa.
Poner fin a las subvenciones ambientales perjudiciales (como las ayudas a las grandes industrias), asegurar un acceso prioritario a las tierras y al agua a quienes producen de manera sostenible o transitan hacia este modelo, generar empleo justo y digno, reducir el desperdicio alimentario y generar una gobernanza participativa completan el decálogo de propuestas.
“La urgente y necesaria transición alimentaria, tal como exige la comunidad científica, sigue siendo la gran olvidada en las políticas públicas. En otros sectores se ha asumido la transición como pieza clave, sin embargo, apenas se ha valorado en un sector tan vital como el que nos provee de alimentos”, apuntó Celia Ojeda, responsable del área de biodiversidad de Greenpeace España.
(SERVIMEDIA)
03 Jun 2025
MGR/gja