Según informó este miércoles la Guardia Civil, en la operación, conocida como ‘Rescatada’, se detuvo a un total de 50 personas a lo largo de estos años, entre las que se encuentra un Policía Local en prácticas, por la presunta comisión de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, receptación y blanqueo de capitales.

En el cómputo total de la operación han sido intervenidas 5,7 toneladas de hachís, 325.000 euros en metálico y 275.000 euros depositados en cuentas bancarias asociadas a la organización. También han sido intervenidas dos armas de guerra, tres armas de fuego cortas y ocho vehículos de gama media-alta.

PERSEGUIDOS DESDE 2019

Los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Barcelona iniciaron la investigación en mayo del año 2019 con ocasión de una intervención policial en la que fueron intervenidos 510 kilos de hachís que eran transportados en un vehículo que transitaba por la AP-7 a su paso por Valencia.

Esta incautación derivaría en otras investigaciones que, manteniendo la estela de una macro organización criminal afincada en Cataluña, daría lugar a sucesivas intervenciones y que culminaría con el “alijo” recientemente interceptado en las costas de El Garraf.

Entre los meses de marzo y mayo del 2022, en la localidad barcelonesa de Mataró, la Guardia Civil desplegó diferentes operativos en los que se realizaron varias entradas y registros que derivaron en la incautación de casi 210 kilos de hachís, la detención de diez individuos y la recuperación de casi 300 dispositivos electrónicos (teléfonos móviles, ordenadores portátiles y tabletas) que habían sido sustraídos, fundamentalmente en Cataluña, a ciudadanos extranjeros. Hasta ahora cerca de la mitad de éstos han podido ser devueltos a sus legítimos propietarios.

En junio del mismo año, esta vez en la localidad gerundense de Figueres, se llevó a cabo otra actuación policial contra esta organización y que dio lugar a la intervención de 240.000 € en metálico y 270 kilogramos de hachís. Dos meses más tarde, en agosto, serían detenidas dos personas más en operativos desarrollados en Vallirana (Barcelona) y Tarragona, interviniéndose cerca de 30.000 euros en efectivo, cocaína y hachís.

En octubre, uno de los integrantes de la organización arraigado en Vilafranca del Penedés (Barcelona), fue detenido en la provincia de Alicante cuando se dirigía a Barcelona por la A-7 transportando 140 kilogramos de hachís.

Relacionado con la anterior intervención, fue desarticulado en la localidad de Vilafranca del Penedés, otro grupo ligado a la organización, que culminó con la detención de 14 personas de los que 13 ingresaron en prisión provisional sin fianza. En este dispositivo se intervinieron cerca de 50 kilos más de hachís, 400 gramos de cocaína y 51.000 euros.

PREPARACIÓN MILITAR

Como punto culminante a la estrategia contra la introducción de hachís a través de la costa catalana, en una compleja operación llevada a cabo el pasado 30 de agosto, se interceptaron dos camiones con 4,5 toneladas de hachís cuando se había realizado el alijo en la costa barcelonesa de El Garraf.

Durante este dispositivo policial fueron detenidas 17 personas y se intervinieron dos armas de guerra y tres armas de fuego cortas. Esto puso de manifiesto la importancia de la desarticulación de esta organización criminal, no solo por su envergadura delincuencial y la cantidad de droga que manejaban, sino por el armamento que tenían y por su preparación militar para enfrentarse a cualquier amenaza, incluso la policial.

Finalmente, han sido detenidas un total de 50 personas e investigadas dos, de nacionalidades marroquí y española, por la presunta comisión de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas, y blanqueo de capitales; una treintena de los detenidos han ingresado en prisión.

La relevancia de esta investigación radica en la intervención de 5,7 toneladas de hachís, conteniendo a su vez el mayor alijo incautado en la costa catalana con 4,5 toneladas. Además, se ratifica la peligrosidad de este tipo de organizaciones criminales que para la custodia del estupefaciente iban armados con dos armas de guerra y tres armas de fuego cortas municionadas, al alcance y en disposición de ser usadas.

A la organización criminal se le intervino 325.000 euros en metálico, se le han bloqueado cuentas bancarias por valor de 275.000 euros e incautado ocho vehículos. Otra de las ramificaciones de la misma organización se dedicaba también al robo y receptación de dispositivos electrónicos con destino a un país del continente africano, de los que se pudo recuperar 297 y devolver a sus legítimos propietarios 120 de los mismos.