GUERRA: "SI LA NUEVA DIRECCION NO ES EQUILIBRADA, SERE YO QUIENNO QUIERA ESTAR EN ELLA"
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, anunció esta mañana su voluntad de continuar en la Ejecutiva Federal si resulta "equilibrada y o excluye a nadie. Si en esa dirección equilibrada, el congreso quiere que Alfonso Guerra esté ahí, estaré encantado; si no lo quiere, igualmente encantado. Pero si no hay una dirección equilibrada, seré yo quien no quiera estar".
Para el número dos socialista, ese equilibrio quedará patente si el partido "en s conjunto se siente satisfecho y no hay frustraciones". A su juicio, el objetivo del PSOE debe ser, a partir de ahora, buscar el acuerdo para transformar la sociedad y no para "ver quien se queda con el silloncito".
Guerra, entrevistado en "Los desayunos de Radio Uno", considera necesario que "no haya fanáticos en la dirección de partido", sino "personas capaces de convivir" que no alimenten la lucha interna por el poder.
Precisamente para "no contribuir a esa tendencia de dividir" ha permanecidoen silencio durante la elección de delegados al congreso del PSOE, actitud que tienen "desconcertados" a algunos miembros del sector renovador que, según dijo, "esperaban respuestas airadas".
GUERRISMO INEXISTENTE
El 'número dos' del PSOE dijo llevarse bien con el secretario general, Felipe González, y rechazó el calificativo de "guerristas" para los compañeros de partido que le son afimes. "Yo no soy guerrista. Yo no doy carné de guerrismo. soy socialista y voy a seguir siendo socialista. No me voya someter a la moda de que ser socialista es una cosa antigua".
"Si ser moderno es acabar con las conquistas sociales históricas que han costado sangre, sudor y lágrimas, yo no acabaré siendo moderno de ese tipo", añadió.
Bajo su punto de vista, la correlación de fuerzas tras la elección de los delegados al congreso está equilibrada a la mitd para renovadores y guerristas: un 40% de compañeros "de izquierda", en referencia los "guerristas"; un 40% de "renovadores" y el 20% restante de "integradors".
EL LAUDO Y EL LAUDANO
El vicesecretario del PSOE lanzó fuertes andanadas contra sus oponentes renovadores aunque sin nombrar a ningún miembro del sector. Les acusó de no saber "ni siquiera lo que significa (la renovación); algunos sí lo saben pero no lo quieren decir. Significa matar a Alfonso Guerra".
Explicó como en numerosas ocasiones ha escuchado "balbucear" a "alguno de estos" cuando se le pregunta que es la renovación y se describió a si mismo como "el abanderado de la renovación en ete partido".
Guerra solo se permitió una referencia directa a otro miembro del partido, al contestar al reto del presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, quién le demandó un pronunciamiento público sobre su intención de permanecerr o no en la dirección socialista.
Sin citarle expresamente, se preguntó "¿qué títulos tiene nadie para decirme que yo me defina. A veces, se dicen algunos disparates y hay personas que no todas las horas son responsables de sus palabras y de sus actos".
Alfonso Guerra descartó "absolutamente la posibilidad" de una ruptura del PSOE después del congreso y dijo no hechar de menos el poder que tuvo en otro tiempo cuando, además de sus responsabilidades en el partido era vicepresidente del Gobierno: "Tengo muchisimo menos poder del que se ha dicho siempre y muchísimo más del que me gustaría", afirmó.
Dijo no haberse sentido traicionado por ningún amigo porque "las traiciones no existen; existe que alguien se quita la máscara". El propio Guerra recomiend a su circulo más intimo que desconfíe de los aduladores porque "entre laudo y láudano (veneno) hay muy poco".
MEJORA DE CONGUISTAS SOCIALES
El dirigente socialista reconoció que discrepa con el Gobierno en algunas cosas, como cuando era vicepresidente del Ejecutivo, y en concreto se refirió al ministro de Economía, Pedro Solbes, quién afirmó que no piensa cambiar su política económica salga lo que salga del 33 Congreso socialista. "Eso no tiene sentido y es uan barbaridad que en un democrático no s puede aceptar", dijo.
Guerra afirmó que en la actualidad "lo que está en crisis es el sistema capitalista, no el estado de bienestar" y afirmó con rotundidad que "las grandes conquistas del estado del bienestar no sólo hay que mantenerlas, hay que mejorarlas, perfeccionarlas y hay que revisar todo lo que haya que revisar para ello".
Reconoció que la reforma del mercado de trabajo es necesaria, pero aseguró que "no se puede llegar a ciertos acuerdos" e invitó que que "los empresarios aguanten tamién el palo de su vela y que inviertan en algo que es ahorro, como es la seguridad en el trabajo".
El "numero dos" del PSOE defendió un modelo de partido que contenga "cierto grado de inconformismo con la ssituaciones de injusticia qu etodavía se viven en nuestro país o algún grado de utopía y contendio de solidaridad con la gente más débil de la sociedad".
(SERVIMEDIA)
08 Feb 1994
SGR