Abusos

Siete víctimas con trastorno mental o discapacidad aparecen en el informe del Defensor sobre abusos en la Iglesia

MADRID
SERVIMEDIA

Siete de las 487 víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia que han acudido o cuyos casos se han denunciado al Defensor del Pueblo tenían trastorno mental o discapacidad.

Es uno de los datos que ha confirmado Servimedia en las 777 páginas del documento que Ángel Gabilondo presentó este viernes a la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, en línea con la encomienda que la Cámara Baja hizo a la institución del Defensor en marzo de 2022 para investigar estos delitos perpetrados en el seno de la Iglesia católica en España.

Según los datos del informe, que se basa en una metodología multidisciplinar y en entrevistas directas con 487 víctimas, en un porcentaje de ellas confluyen una serie de factores de riesgo, como podría ser el de tener una discapacidad.

Así, aunque el 58,7% de las víctimas no reflejaron esos factores, "en los casos en que se detectaron (201), los más frecuentes resultaron ser la ausencia física o emocional de los progenitores, en 85 casos, y la falta de educación sexual en 72".

Pero el equipo que ha capitaneado Gabilondo también plasmó en el informe otros factores de riesgo, pues "la necesidad de atención o afecto se recogió en 22 testimonios". "Otros factores que aparecieron en menor medida fueron la baja autoestima en 9 casos, negligencia en el cuidado en 9, baja asertividad en 7 casos y la presencia de un trastorno mental o discapacidad en 7. Además, se registran 'otros factores' tales como: vulnerabilidad familiar, familia creyente, ser monaguillo o estar interno en la institución religiosa, entre otros".

EL 1% DE LOS TESTIMONIOS

Eso significa que algo más del 1% de las víctimas que acudieron al Defensor fueron personas con discapacidad o trastorno mental. En otro apartado, según comprobó Servimedia, los expertos sostienen "que las personas con discapacidad, y en concreto las personas con discapacidad intelectual, presentan un riesgo mayor de victimización que la población general".

"Las características inherentes a las personas con déficit intelectual, como una baja autoestima, falta de asertividad, pocas habilidades sociales, dificultades en reconocer y expresar las propias necesidades, dificultades en identificar y en comunicar un abuso y la necesidad de agradar al otro, son características que las sitúan en una posición de ser más fácilmente victimizadas por los demás", cuestión que se apoya en uno de los testimonios de las víctimas: "Pero él, cuando iba a [población de África] lo hacía de día y se lo quería hacer a un chico, un chico que era algo discapacitado".

El informe se hace eco de un matiz que también tiene que ver con el ámbito de la discapacidad ante el abordaje de esta lacra. "La mayoría de los informes hasta la fecha se centran en los abusos a menores, pero conviene tener presente que también hay víctimas adultas, sobre todo mujeres, también personas con discapacidad, que sufren o han sufrido abusos. Es importante atender a esta realidad y visibilizarla", recomendó al Defensor el Foro de Asociaciones de víctimas, también consultado para este trabajo.

(SERVIMEDIA)
28 Oct 2023
AHP/clc