Elecciones 23-J

Javier Miranda enfila las ruedas hacia el Congreso tras 20 años en el movimiento de la discapacidad

MADRID
SERVIMEDIA

Javier Miranda, un pamplonés con distrofia muscular que lleva más de 20 años en el movimiento de la discapacidad y fue presidente del Cermi Navarra y miembro del Comité Ejecutivo Estatal del Cermi, afronta a sus 63 una nueva aventura y se presenta como número 2 de Sumar al Congreso de los Diputados por su provincia natal.

Miranda explica a Servimedia que la distrofia, una enfermedad degenerativa, se le empezó a manifestar hacia los 20 años y le afectó primero a las piernas y ahora también a los brazos, de forma que se desplaza en silla de ruedas. El hecho de que su dolencia sea progresiva le ha hecho adoptar una filosofía particular. “El peor día de tu vida es hoy, pero el de mañana puede ser peor. Así que, si me pongo en perspectiva, estoy bien, porque esto va a llevar a otra situación”, apunta.

“Así está siendo los últimos 30 años. Es una forma de vida, porque, como este matrimonio es indisoluble, ni Tribunal de Rota ni nada, estás casado con ello hasta que la muerte lo disuelva”, ironiza. “Es el relato que me sirve de andamio, necesito una sujección que me equilibre”.

En su día a día, está muy atento a los posibles síntomas de un empeoramiento de la distrofia, “Adelantarte a situaciones que se van a dar después y tomar medidas con cierto tiempo”, justifica. Pero eso no le ha impedido desarrollar su actividad de compromiso social, apuntalada por una sólida formación como doctor en Derecho y máster universitario oficial en Dinámicas de Cambio en las Sociedades Modernas Avanzadas.

“Estoy más cerca de la Sociología Jurídica que del Derecho”, confiesa. En esa disciplina y derivadas, imparte cursos en el Consejo General de la Abogacía y en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y publica con asiduidad en revistas y libros de la Fundación Derecho y Discapacidad. También le encanta la Filosofía, un tema de conversación para la que rara vez encuentra interlocutor. Y tiene dos nietos, que le "quitan tiempo" pero le "dan la vida".

Muy atrás quedó, por suerte, la que revela que fue para él “la época más dura”: la de la mili, porque por entonces la distrofia empezó a exhibir sus primeros síntomas pero nadie los identificaba. “Lo pasé muy mal, sufría caídas que no sabía por qué, y la exigencia era para mí igual que para los demás”.

Después de ocupar cargos directivos en el Cermi autonómico y estatal, en 2017 fue elegido presidente de la Fundación Caja Navarra por el Parlamento foral. Con todo ese bagaje, ahora da el salto a la política de la mano de Sumar, inicialmente cuando el año pasado se le llamó para participar en el grupo de trabajo sobre discapacidad del proyecto de país impulsado por Yolanda Díaz.

ESCAÑO DIFÍCIL

Con el adelanto electoral, se le pidió, sin conflicto entre las partes implicadas en la coalición como sí lo hubo en otros nombramientos de Sumar, que fuera de número 2 al Congreso; un puesto que es consciente que difícilmente le otorgará un escaño, pero él se conforma con que lo obtenga la cabeza de lista, Idoia Villanueva, secretaria de Internacional de Podemos y eurodiputada.

“Estoy por compromiso social, como derivación lógica de un proceso que se inició cuando hace veintitantos años pensé: ‘Tengo que hacer algo en el ámbito de las personas con discapacidad”. Incluso, confiesa que ha rechazado antes numerosas ofertas de entrar en política.

“Lo he retrasado muchísimo, me lo han planteado muchas veces, pero preferí apoyar en la sombra, huyendo del protagonismo”, explica, porque “lo de figurar es para otros que tienen que hacer su carrera; yo ya estoy de vuelta”. “A más de uno le ha sorprendido que dé el paso”, atestigua, aunque no por el hecho de integrarse en Sumar, pues, apunta, cualquiera podía notar que él es de izquierdas.

Miranda relata que en su colaboración en el programa de Sumar ha trabajado “de la mano del Cermi”, al que reconoce que le debe su conocimiento del Tercer Sector, y en particular atestigua "muy buenas relaciones” con su presidente, Luis Cayo Pérez Bueno, a quien profesa un gran “respeto intelectual”. “El conocimiento está en manos de la plataforma; si no fuera así, estaríamos muy mal las personas con discapacidad”, desliza.

Pese a su aquilatada trayectoria profesional y la nueva aventura en Sumar, confiesa su “frustración” cuando un plan que ha hecho se trunca por 10 centímetros, los que puede tener de alto un escalón o cualquier otra barrera arquitectónica. “Me llama mucho la atención que la accesibilidad, que creemos que va a estar resuelta, no lo esté, o que te falle un ascensor”, comenta sobre un tema en el que es experto por partida doble. "Haber conocido la realidad de la calle me permite pasar de los derechos a los hechos", expone. Porque él lo tiene claro: “La accesibilidad es parte del contenido esencial de los derechos fundamentales”.

El expresidente de Cermi Navarra relata que él ni siquiera se ve en silla de ruedas, salvo cuando se mira al espejo, y que en sus sueños jamás aparece sentado en ella. “Igual esto es una patología psíquica”, bromea. Y, desde luego, tiene claro que el que se le haya promocionado a número 2 de Sumar no tiene nada que ver con su condición. “Me tiraría de un puente si supiera que es así”, advierte. Sin embargo, a la vez confía en que su ejemplo, el situarse "en el escaparate", promueva que deje de verse raro que una persona con discapacidad pueda desempeñar una actividad política.

(SERVIMEDIA)
21 Jul 2023
KRT/gja