Así lo avanzó su creadora y CEO de la 'startup' Vixsystem en Brasil, la ingeniera robótica brasileña Neide Sellin, en una entrevista concedida a Servimedia en la que añadió que el ingenio “aporta dignidad y empodera a quien lo usa, y esto ya es un cambio muy importante para que estas personas tengan más autonomía para ir donde quieran”.

“El objetivo principal de Lysa es dar más autonomía y dignidad, especialmente a las personas ciegas”, sentenció, para añadir que, gracias a diferentes órdenes de voz y la emisión de señales y directrices de navegación GPS, los sensores de Lysa son capaces de avisar cuando el usuario se enfrenta a obstáculos y “buscan” la “ruta más segura” para ayudarle a desplazarse.

Sellin explicó que la idea del proyecto surgió en 2011 cuando ella era profesora de robótica en una escuela pública de Brasil y, entre sus estudiantes, había una alumna ciega que la “inspiró” a construir, en colaboración con sus pupilos, un robot “para ayudarla a moverse”. A partir de ahí, fundó el Instituto Inovar e Incluir para crear medios y recaudar ayudas financieras con el fin de seguir desarrollando Lysa “para que otras personas también pudieran tener acceso a ella".

Según su creadora, "brinda seguridad e incorpora diferentes tecnologías para dar más autonomía a las personas invidentes”, en referencia al algoritmo que permite la detección y desviación de objetos así como a una cámara que, a través de inteligencia artificial, permite al usuario saber si el obstáculo que tiene enfrente es una persona o un objeto y a los sensores ascendentes que identifican objetos en altura y otros que detectan desniveles o agujeros a esquivar.

AUTONOMÍA DE 8 HORAS

Además, su tecnología innovadora permite “mapear espacios en interiores” como centros comerciales, aeropuertos o supermercados, con el fin de “guiar de manera efectiva a una persona con discapacidad visual”, y cuenta con una autonomía de hasta ocho horas y una aplicación que ofrece información sobre el estado de la batería o los sensores.

El funcionamiento del prototipo fue analizado a través de más de 200 pruebas en las que participaron personas ciegas de entidades como la Fundación Dorina Nowill para Ciegos, que ayudaron a “probarlo y validarlo para ayudar a construir a Lysa”, porque, recordó su creadora, “fue construido con ellos”. “Esto es muy importante para quienes desarrollan el proyecto”, admitió, para agregar que no se trata solo “de imaginar lo que es ser ciego, sino que ellos mismos participan construyendo este sueño en Brasilia”.

Tras ese ensayo, el 'feedback' obtenido fue “muy positivo” y los usuarios que han probado a Lysa tienen, según Sellin, “expectativas muy altas puestas en ella”. “Lo ven como la única alternativa viable para moverse con seguridad”, puntualizó, convencida de su utilidad también en el caso de empresas que quieran “dar más movilidad en sus espacios a sus clientes”.

Entre las ventajas con respecto al perro guía, Sellin citó que Lysa es “muy portátil, puedes meterlo en una mochila, llevarlo donde quieras y su costo es mucho más económico que entrenar a un perro guía”. “En Brasil tenemos solo 150 perros guía debido a este costo de entrenamiento, que es muy alto”, espetó, al tiempo que adelantó que en Brasilia ya hay 23 unidades de Lysa disponibles para su uso en centros comerciales, escuelas, aeropuertos o viviendas particulares.

SIGUIENTES PASOS

No obstante, entre sus “principales desventajas” con respecto al tradicional perro guía citó que, “de momento, lamentablemente”, Lysa “no puede sustituir el cariño que aporta un perro guía, no tiene ese vínculo afectivo”.

En cuanto a los siguientes “pasos” a seguir dentro del proyecto, su creadora se marcó retos como “hacer que los espacios sean más accesibles para Lysa y escalar el proyecto y hacerlo accesible a millones de personas”, convencida de que el dispositivo “pronto” podrá ser utilizado en España.

El fin último de este proyecto tecnológico, que también fue diseñado para dar apoyo a aquellas personas con dificultad de movilidad, es contribuir a desarrollar “un mundo más inclusivo" y poner a Lysa a disposición de hospitales, orfanatos y empresas que abogan por hacer más accesibles sus entornos físicos.

Su primer modelo profesional se construyó en 2017 y en abril de ese mismo año se vendieron las primeras unidades de Lysa, cuya inventora aspira a “optimizar continuamente el funcionamiento del dispositivo con el uso de inteligencia artificial y el sistema GPS”.

Hasta el momento, ya ha sido incluida entre las 12 mejores ideas del mundo inscritas en #SLINGSHOT2021, la Semana de la Innovación y la Tecnología de Singapur y su éxito ha sido tal que ha recibido varios premios e inversiones que han permitido el desarrollo de su segunda generación, que, según su creadora, será “más eficiente, precisa y totalmente automatizada”.