Consumo

La mitad del caviar en varios países europeos es ilegal

- Según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

Alrededor de la mitad de los productos de caviar comercial en algunos países europeos es ilegal y algunos ni siquiera contienen rastros de huevas de esturión.

Esa es la conclusión de un estudio realizado por ocho investigadores pertenecientes a instituciones de Alemania, Austria, China o Italia, y publicado este lunes en la revista ‘Current Biology’.

El caviar silvestre, un costoso manjar elaborado con huevas de esturión, ha sido ilegal durante décadas desde que la caza furtiva llevó a ese pez al borde de la extinción. Hoy en día, el caviar legal y comercializable internacionalmente solo puede provenir de esturión de piscifactoría, y existen regulaciones estrictas para ayudar a proteger la especie.

Sin embargo, un equipo de expertos en esturiones encontró evidencia de que estas regulaciones se están infringiendo activamente tras realizar análisis genéticos e isotópicos en muestras de caviar de Bulgaria, Rumanía, Serbia y Ucrania.

"El estado de conservación de las poblaciones de esturión del Danubio hace que cada individuo sea importante para su supervivencia y la intensidad observada de la caza furtiva socava cualquier esfuerzo de conservación", escriben los investigadores, dirigidos por Arne Ludwig, del Instituto Leibniz para la Investigación de Zoológicos y Vida Silvestre (Alemania).

CUATRO ESPECIES

En Europa quedan cuatro especies de esturión (el beluga, el ruso, el estrellado y el esterlete) que son capaces de producir caviar. Las últimas poblaciones silvestres que quedan de esta especie en la UE se encuentran en el río Danubio y el Mar Negro.

Cada especie está protegida desde 1998 por la Cites (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). En 2000, su inclusión en esa lista estuvo acompañada de un estricto sistema de etiquetado internacional para todos los productos de caviar, diseñado para detener el comercio ilegal.

A pesar de estas protecciones, era ampliamente conocido por relatos anecdóticos locales que la caza furtiva ilegal todavía ocurre, a pesar de que no se han llevado a cabo investigaciones formales.

Para descubrir la verdadera fuente de los productos de caviar vendidos comercialmente que se producen en las regiones nativas del esturión, los investigadores compraron caviar tanto en línea como en persona de una amplia variedad de fuentes, incluidos mercados locales, tiendas, restaurantes, bares e instalaciones de acuicultura. También incluían cinco muestras que habían sido incautadas por las autoridades. En total, reunieron y analizaron 149 muestras de caviar y carne de esturión.

Tras analizar el ADN y los patrones isotópicos de cada muestra, el equipo descubrió que un 21% de las muestras procedían de esturiones capturados en la naturaleza y que estos peces capturados en la naturaleza se vendían en todos los países estudiados.

También encontraron que un 29% de las muestras violaban las regulaciones y leyes comerciales de la Cites, que incluían caviar que enumeraba la especie equivocada de esturión o el país de origen equivocado, y categorizaron otro 32% de las muestras como "engaño al cliente", al ser muestras declaradas como productos silvestres que en realidad se originaron en la acuicultura.

"Nuestros resultados indican una demanda constante de productos de esturión salvaje, lo cual es alarmante, ya que estos productos ponen en peligro a las poblaciones de esturión salvaje", escriben los investigadores.

“SOPA DE ESTURIÓN”

Los autores señalan que “la demanda persistente alimenta la caza furtiva e indica que los consumidores no aceptan plenamente los productos acuícolas como sustitutos”. “Además, el caviar que se vende en violación de las obligaciones de la Cites y la UE pone en duda la eficacia de los controles en general y del sistema de etiquetado en particular”, añaden.

Tres de las muestras, servidas en Rumania en un plato llamado “sopa de esturión”, no eran esturión en absoluto. En cambio, los investigadores identificaron los peces como bagre europeo y perca del Nilo.

Los autores sugieren que el gran volumen de actividad de pesca furtiva ilegal podría ser un indicador de que los vendedores locales de productos del mar carecen de oportunidades de ingresos adecuadas, lo que podría aumentar la presión para participar en actividades de pesca ilegal.

También indican el hecho de que es probable que haya una falta de aplicación eficaz de la ley en estas regiones, ya sea porque detener la caza furtiva ilegal no es una prioridad para las autoridades locales o porque no tienen las herramientas para demostrar el origen ilegal de un pez.

"Aunque la caza furtiva y el comercio ilegal de vida silvestre a menudo se consideran un problema en los países en desarrollo, estos hallazgos evidencian que una alta proporción de productos de esturión cazados furtivamente provienen de la UE y de Estados candidatos a la adhesión", recalcan los autores.

(SERVIMEDIA)
20 Nov 2023
MGR/gja