El presupuesto del proyecto, en el que participan las administraciones central y autonómica, además de los consistorios de Barcelona y El Prat y el consejo comarcal del Baix Llobregat asciende a 400.000 millones de pesetas.

Según un informe realizado por el Centro de Estudios de Planificación, la reforma del litoral del Llobregat supondrá también un impacto económico, urbano y ambiental de la zona.

Hasta 2008, año en el que está previsto que acaen las obras de infraestructuras, el delta del río se convertirá en una plataforma logística que enlazará todo tipo de sistemas de transportes y de diversas partes del mundo.

El objetivo del plan, que será firmado por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el vicepresidente del Gobierno, Narcis Serra, entre otros representantes institucionales, es convertir a Barcelona en el principal centro distribuidor del sur de Europa a través de esta red de comunicaciones.

El análisis del Centro de studios de Planificación también preve que se creen hasta 108.000 empleos durante la construcción de la platoforma, de los cuales, entre 10.000 y 11.000 serán directos.

El impacto económico de las obras contempla la recuperación de recursos para la Hacienda Estatal en la municipal a través de impuestos derivados de la propia actividad del plan.

El mismo informe indica que, por cada 100 pesetas invertidas, se generarán otras 41, de las cuales 18 serán en concepto de IRPF (Impuesto de la Renta sobr Persona Físicas), 5 por el impuesto de sociedades y otras 18 por IVA.

El estudio señala que los 400.000 millones de pesetas invertidos al principio se convertirán en 600.000 millones 14 años más tarde.

Asimismo, el plan de infraestructuras del Llobregat atraerá, según las previsiones, nuevas iniciativas empresariales y transformará el área del delta en una segunda zona metropolitana de Barcelona.

El ambicioso plan de reforma del delta producirá una mayor demanda inmobiliaria en el lugar y pede llegar a modificar el modelo demográfico de la comarca, ya que acogerá a un gran número de residentes jóvenes.

Las obras también afectarán a la ampliación del puerto y el aeropuerto de Barcelona y permitirán la llegada de la vía de ancho europeo al puerto (que se ampliará con el traslado de la desembocadura del río a dos kilómetros al sur) la construcción de una depuradora, y la recuperación ecológica del delta.