Medio ambiente

La ONU abre la última ronda para negociar un Tratado Global de los Océanos

- Las aguas internacionales suponen dos tercios de la superficie oceánica del planeta

MADRID
SERVIMEDIA

Naciones Unidas inicia este lunes en Nueva York (Estados Unidos) la cuarta y última ronda de negociaciones para alcanzar un nuevo Tratado Global de los Océanos jurídicamente vinculante que proteja la vida en alta mar o aguas internacionales, con lo que se cerraría así una de las brechas jurídicas más importantes de los océanos.

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), calificada como la ‘Constitución de los océanos’, fue aprobada en 1982, pero no incluye la biodiversidad marina en las áreas situadas fuera de la jurisdicción de nacional de los países, de manera que casi dos tercios de las aguas oceánicas están desprotegidas.

Por tanto, el tratado que se negocia sería la mayor oportunidad para cambiar el rumbo del deterioro y la pérdida de diversidad en los océanos, después de que la primera ronda se iniciara en septiembre de 2018 cuando entonces se había colocado en la agenda internacional la problemática de la proliferación de plásticos que acaban en los mares.

El océano es la mayor biosfera de la Tierra y un componente fundamental del sistema climático, en tanto que la alta mar presta servicios ecosistémicos esenciales para las zonas costeras y para el planeta en general, según la Alianza de Alta Mar, formada por más de 40 ONG ecologistas y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

El océano situado más allá de las 200 millas marinas (370 kilómetros) de las costas de un país se considera aguas internacionales (es decir, la alta mar) y se comparte globalmente. No existe una legislación suprema que salvaguarde su biodiversidad ni su papel vital en la prestación de servicios, como la generación de oxígeno y la regulación del clima.

PESCA DESTRUCTIVA DE CALAMAR

Por otro lado, Greenpeace difundió este lunes, coincidiendo con el inicio de la última ronda de negociaciones para el Tratado Global de los Océanos, un informe que señala el rápido crecimiento de la industria pesquera del calamar, que en gran parte no está regulada, según esta organización.

El informe 'El calamar en el punto de mira: Receta para el desastre' destapa la escala de la pesca mundial de calamar, que se ha multiplicado por 10 desde 1950 hasta alcanzar casi cinco millones de toneladas anuales en la última década y, según Greenpeace, "hoy pone en peligro los ecosistemas marinos de todo el mundo".

El documento indica que el ascenso de la pesca de calamar y la demanda resultante de la especie “no tiene precedentes históricos”, pues algunas áreas han experimentado un aumento de más del 800% en el número de barcos durante los últimos cinco años.

En algunos casos, flota de más de 500 embarcaciones han accedido a las aguas internacionales para saquear el océano, con sus lámparas encendidas para faenar visibles desde el espacio. Greenpeace pide un Tratado Global de los Océanos que sea “ambicioso” para “detener la futura expansión de las pesquerías sin restricciones”.

"He visto algunas de estas flotas de calamares en mar abierto; por la noche, los barcos están iluminados como estadios de fútbol y parece que el mar es un polígono industrial", apunta Pilar Marcos, responsable de Océanos de Greenpeace España y que forma parte de la delegación de esta ONG en las negociaciones de la ONU.

Marcos agrega al respecto: “Nuestros océanos se están industrializando: más allá de las aguas nacionales, a menudo es una batalla campal. La falta de control sobre las enormes y crecientes pesquerías de calamar en todo el mundo es un claro ejemplo de por qué están fallando las normas actuales para proteger los océanos. Es una visión inquietante que nunca voy a olvidar. Pero, aunque esto esté sucediendo fuera del punto de mira, no significa que deba estar fuera de nuestro conocimiento”.

Por ello, Marcos subraya que la última ronda de negociaciones en Nueva York no debe quedarse en “un mero debate”. “Necesitamos medidas urgentes para proteger el ecosistema más grande de la Tierra. Todos dependemos de los océanos, lo sepamos o no: para ayudar a abordar el cambio climático, garantizar ecosistemas sanos y garantizar la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia para millones de personas en todo el mundo”, indica.

(SERVIMEDIA)
07 Mar 2022
MGR/gja