Así lo apuntó Martínez Lozano en la presentación del 6º Congreso Universidad y Discapacidad que tuvo lugar en la agencia de noticias Servimedia, donde detalló el programa y objetivos de este encuentro internacional, que se celebrará del 25 al 27 de octubre en la Universidad de Salamanca.

Según destacó, la LOSU recoge “muchos de los avances en inclusión educativa” de los últimos años, como los ajustes razonables, la reserva de plazas para estudiantes con discapacidad y las adaptaciones curriculares en el sistema universitario.

También establece un cupo de reserva para el Personal Docente e Investigador con discapacidad y, en su artículo 37, “abre las puertas de la universidad a las personas con discapacidad intelectual”, mediante los títulos propios.

Para Martínez Lozano, esto puede convertirse en señal distintiva del sistema universitario español, que en la actualidad acoge a unos 20.000 estudiantes con discapacidad.

En su opinión, “todavía se necesitan acciones positivas para favorecer el acceso de estos alumnos a la universidad”, por lo que “estaremos expectantes ante el desarrollo” de la norma.

Parte de la comunidad universitaria “considera que las adaptaciones curriculares y las acciones de discriminación positiva son una ventaja, en lugar de una compensación de situaciones de desigualdad previas”, porque “aún existe esa tendencia a concebir la academia en términos de mérito y capacidad”.

Ese será otro de los objetivos del Congreso Internacional Universidad y Discapacidad: "concienciar de que los ajustes razonables, las adaptaciones curriculares y las acciones positivas no suponen regalar el título, sino favorecer la igualdad”.