Innovación social

Un perro guía robot, una plataforma de alojamiento compartido y otra que cuida al cuidador, premiados por Fundación Mapfre

- Lysa (Brasil), Kuvu (España) y ANA-Paz Mental (México), se alzan con los Premios Fundación Mapfre a la Innovación Social en su quinta edición

MADRID
SERVIMEDIA

Lysa, el primer perro guía robot GPS, diseñado en Brasil por la 'startup' Vixsystem para proporcionar “autonomía, independencia, seguridad, dignidad y calidad de vida” a personas ciegas; Kuvu, una plataforma española de alojamiento que fomenta la convivencia entre jóvenes y mayores de 55 años; y ANA-Paz Mental (México), un servicio ‘online’ que da soporte a cuidadores y familiares de personas con enfermedades crónicas y degenerativas, son los tres ganadores de la quinta edición de los Premios Fundación Mapfre a la Innovación Social, entregados este miércoles en un acto celebrado en el Museo Reina Sofía de Madrid.

Los tres seleccionados han recibido un premio individual de 40.000 euros para desarrollar sus proyectos, así como consultoría gratuita de EY, ofrecida a través de su fundación para ayudarles a crecer y ser más eficientes. Además, también entrarán a formar parte de Red Innova, que fomenta el intercambio de conocimiento experto y contribuye al ecosistema de la innovación social.

En declaraciones a Servimedia, la creadora de Lysa y CEO de Vixsystem en Brasil, la ingeniera robótica brasileña Neide Sellin, explicó que su ingenio "brinda seguridad e incorpora diferentes tecnologías para dar más autonomía a las personas invidentes”, en referencia al algoritmo que permite la detección y desviación de objetos así como a una cámara que, a través de inteligencia artificial, ayuda al usuario a saber si el obstáculo que tiene enfrente es una persona o un objeto y a los sensores ascendentes que identifican objetos en altura y los que detectan desniveles o agujeros a esquivar.

Además, su tecnología innovadora permite “mapear espacios en interiores” con el fin de “guiar de manera efectiva a una persona con discapacidad visual” y, gracias a diferentes órdenes de voz y la emisión de señales y directrices de navegación GPS, los sensores de Lysa son capaces de buscar la “ruta más segura” para ayudarle a desplazarse.

El robot cuenta con una autonomía de hasta ocho horas y una aplicación que ofrece información sobre el estado de la batería o los sensores y, según Sellin, “empodera a quien lo usa”, con el “objetivo principal” de "dar más autonomía y dignidad, especialmente a las personas ciegas”.

ALUMNA CIEGA

La idea del proyecto surgió en 2011 cuando ella era profesora de robótica en una escuela pública de Brasil y, entre sus estudiantes, había una alumna ciega que la “inspiró” a construir, en colaboración con sus pupilos, un robot “para ayudarla a moverse”. A partir de ahí, fundó el Instituto Inovar e Incluir para crear medios y recaudar ayudas con el fin de seguir desarrollando Lysa “para que otras personas también pudieran tener acceso a ella".

El funcionamiento del prototipo, cuyo primer modelo profesional se construyó en 2017, fue testado a través de más de 200 pruebas en las que participaron personas ciegas de entidades como la Fundación Dorina Nowill para Ciegos, que ayudaron a “probarlo y validarlo para ayudar a construir a Lysa”, porque, recordó su creadora, “fue construido con ellos”. “No se trató solo de imaginar lo que es ser ciego, sino que ellos mismos participan construyendo este sueño en Brasilia”, sentenció, consciente de que el 'feedback' fue “muy positivo” y de que quienes han probado a Lysa tienen “expectativas muy altas puestas en ella para moverse con seguridad”.

Entre sus ventajas con respecto al perro guía, Sellin citó que el robot es “muy portátil, puedes llevarlo donde quieras y es mucho más económico que entrenar a un perro guía” y avanzó que en Brasilia ya hay 23 unidades disponibles para su uso en centros comerciales, escuelas, aeropuertos o viviendas particulares.

No obstante, entre sus “principales desventajas” con respecto al tradicional perro guía reconoció que, “de momento, lamentablemente”, Lysa “no puede sustituir el cariño que aporta un perro guía y no tiene ese vínculo afectivo con su dueño”. Los siguientes “pasos” a seguir dentro del proyecto son, avanzó, “hacer que los espacios sean más accesibles para Lysa y escalar el proyecto y hacerlo accesible a millones de personas”, convencida de que el dispositivo “pronto” podrá ser utilizado en España y estará a disposición de hospitales, orfanatos y empresas que abogan por hacer más accesibles sus entornos físicos.

Lysa ya ha recibido varias inversiones que han permitido el desarrollo de su segunda generación, que, según su creadora, será “más eficiente, precisa y totalmente automatizada” y, tras recibir el premio de Fundación Mapfre, reconoció que espera "servir de ejemplo para otras mujeres y animarlas a desarrollar productos tecnológicos que contribuyan a cambiar el mundo”, consciente de que, con este galardón, su empresa hará “historia”, dado que proporcionará “más autonomía y libertad a las personas con discapacidad visual en el mundo”.

OTROS PREMIADOS

Por su parte, el CEO de Kuvu, Eduardo Fierro, confesó que el galardón representa “una oportunidad única para inspirar a otras organizaciones y para construir un mundo donde se valore y se promueva la diversidad generacional, que tantas ventajas aporta”. “El premio nos permitirá impulsar la plataforma y desarrollar una aplicación móvil que llegue a más usuarios”, afirmó.

Finalmente, el fundador de Ana-Paz Mental, Ariel Zylbersztejn, dedicó este premio a sus abuelos, que, a su juicio, “fueron el germen de la idea”. “Verlos envejecer y cuidar a sus parejas fue algo que me inspiró”, confesó, para, a continuación, también dedicar el reconocimiento a “todas las personas con vocación de servicio que ayudan a miles de ancianos y adultos mayores a diario, dejándose la piel y el corazón”.

El acto contó con la participación de la secretaria general de Innovación, Teresa Riesgo, quien destacó que, “para conseguir soluciones adecuadas a problemas complejos, debemos ser capaces de basarlas en conocimiento e innovación y, para que sean buenas, deben ser sostenibles, no sólo medioambientalmente, sino también social y humanamente”. Respecto a los premios, valoró que “visibilizan soluciones a situaciones que nos afectan o nos afectarán a muchos y que aportan formación, mentorización y networking, aspectos de incalculable valor” y aconsejó a los premiados que no dejen de “pedalear en este mundo de la innovación”.

En la misma línea, el presidente de Mapfre y de Fundación Mapfre, Antonio Huertas, defendió que “el camino de la innovación siempre es largo, incierto y complejo, pero con esfuerzo, con talento, con metodologías y con la ayuda de instituciones como Fundación Mapfre, llegar al final es algo más fácil”. “La innovación con apellido, con el foco en lo social, después de una larga crisis económica, una pandemia global y una guerra, es más necesaria que nunca”, dijo, para, a continuación, felicitar también a todos los participantes de esta edición, a quienes consideró “innovadores que añaden a su trabajo el compromiso social y que facilitan la vida de las personas”.

En paralelo, el presidente de IE University, Santiago Íñiguez de Onzoño, señaló que estos galardones a la innovación social “son el reflejo del compromiso de IE University con la sostenibilidad, un factor esencial para promover el cambio positivo a través de la educación, la investigación y la innovación”. Junto a ello, hizo hincapié en la importancia de la educación a la hora de formar a personas que sean capaces de “impactar positivamente en el mundo”, como es el caso de los impulsores de los proyectos ganadores.

200 EMPRENDEDORES DE 10 PAÍSES

La convocatoria de este año recibió más de 200 iniciativas, de 10 países distintos, desarrolladas por científicos, investigadores, estudiantes de universidades y escuelas de negocios y los nueve finalistas presentaron sus propuestas ante un jurado integrado por profesionales del ámbito empresarial y del emprendimiento social, que ha seleccionado a los tres ganadores teniendo en cuenta criterios basados en “su potencial de impacto social, su viabilidad técnica y económica y la capacidad y experiencia del equipo”.

En la próxima edición, Fundación Mapfre ampliará el alcance de estos galardones para incluir una cuarta región tan potente en innovación social como es Estados Unidos y la convocatoria de la sexta edición se abrirá en el mes de octubre.

(SERVIMEDIA)
04 Mayo 2022
MJR/clc