La última encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y Situaciones de Dependencia del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022 señala que “sólo una de cada tres personas con discapacidad intelectual”, es de decir el 30%, “usa internet regularmente frente al 84% de la población general”.

Ante este escenario, Plena inclusión ha desarrollado una importante acción formativa dentro de este proyecto de transformación, enmarcado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

“Se ha realizado una formación para reducir la brecha digital, según las directrices del Marco Europeo DigComp 2.2 en materia de competencias digitales”, tal y como explica su coordinador, Rafael Robledo, en una entrevista a Servimedia.

Por ejemplo, este programa ofrece cursos para mejorar el manejo de herramientas informáticas básicas e internet, para aprender a hacer trámites online o para navegar por la red con seguridad o elaborar contenidos para las redes sociales, entre otras. Es un proyecto de capacitación de 60 horas, repartido en seis módulos de diez horas cada uno de ellos.

“Todos son presenciales porque hemos comprobado que esta modalidad funciona mejor para personas con discapacidad intelectual”, apunta Robledo. Aparte de las clases presenciales se ofrece un catálogo de cursos online para que el alumno pueda ampliar conocimientos a su ritmo.

Óscar Pueyo, experto en accesibilidad cognitiva, posa en su lugar de trabajo | Foto de Jorge Villa

PLENA DIGITALIZACION, PLENA INCUSIÓN

Óscar Pueyo trabaja en el Centro Español de Accesibilidad Cognitiva (Ceacog) como validador de textos en lectura fácil, es decir, se asegura de que cada documento sea fácil de entender para otras personas con discapacidad intelectual como él.

Este joven se ha formado como experto en accesibilidad cognitiva y pese a estar acostumbrado al manejo de algunas herramientas digitales reconoce que “es muy importante que se nos forme acerca del uso de las aplicaciones para ir familiarizándonos con ellas”.

Óscar ha perdido “el miedo y las dudas” y ahora se anima a entrar en la banca online o hacer compras por internet porque se siente “más seguro” al tener un mayor conocimiento en competencias digitales.

Esto reafirma la postura que mantiene Plena inclusión España. Su director, Enrique Galván, defiende en declaraciones a Servimedia “una tecnología que promueve derechos, es inclusiva y permite a todas las personas tener oportunidades para alcanzar un proyecto de vida en comunidad”.

Enrique Galván, director de Plena inclusión España posa en la sede de la entidad | Foto de Jorge Villa

Desde la entidad se destaca la parte más social de la tecnología porque, como advierte Galván, “hay que combinar lo tecnológico con lo humano”. Y añade que “un mayor nivel de tecnología no puede conducir a mayor soledad o aislamiento”. Además, resulta de vital importancia la creación de nuevos perfiles profesionales como el asesor digital que ayuda a resolver nuevas situaciones en un escenario cambiante por su rápida evolución.

De otro lado, esta acción formativa ha servido para formar a formadores sobre el contenido del curso, así como para crear “12 puestos de trabajo para personas con discapacidad intelectual como auxiliares de aula”, cuyo cometido es prestar apoyo a los docentes, explica el coordinador del proyecto TDI, Rafael Robledo. La respuesta de los alumnos ha sido de "plena satisfacción" y “se han quedado con ganas de seguir aprendiendo”, subraya su responsable que asegura que "habrá más cursos" ante esta demanda.

Para las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, “tener la llave que abre la puerta del universo digital supone acceder no sólo a la tecnología”, apunta la codirectora del Ceacog, Blanca Tejero. Y añade que “una tecnología accesible te abre otras puertas como el derecho a la educación, el ocio, el acceso al empleo. En definitiva, a todo”.