Esta innovación permite “mantener una conversación y ofrecer asistencia personalizada a los usuarios, a partir de la monitorización de su estado de salud o anímico”, según detalló el responsable de robótica cognitiva en Eurecat, Magi Dalmau. De esta forma, el robot también se adapta a los dispositivos periféricos de salud digital que la persona pueda llevar para fusionar sus datos y procesarlos a través de un “cerebro digital".

Además, indicó que el autómata “utiliza avances en inteligencia artificial generativa para permitir interacciones complejas entre personas y robots facilitando el entendimiento y participando en diálogos abiertos con lenguaje natural, así como mostrando expresividad, emociones y razonamiento para ajustar dinámicamente su comportamiento”.

El director de la Unidad Robótica y Automatización de Eurecat, Daniel Serrano, aseguró que esta máquina mejora los hábitos de vida mediante “recordatorios de los medicamentos y de una dieta sana, la detección precoz del deterioro físico y cognitivo o del aburrimiento”.

En la misma línea, el dirigente subrayó que este robot no sólo es útil para las personas mayores o con dependencia, sino que, a su vez, “contribuye a fomentar la interacción con la familia y con la red terapéutica o con las personas cuidadoras”. Esta iniciativa está enmarcada en el proyecto NHoA, que reúne socios “con experiencia en la atención de personas mayores, junto con científicos implicados en la robótica social cognitiva, afectiva y humana, así como empresas en el ámbito de la robótica para la atención social y médica”.

Junto con Eurecat, forman parte la Universidad Pablo de Olavide, la Universitat Oberta de Catalunya, PAL Robotics, LIGHTHOUSE Disruptive Innovation Group Europe, el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD) a través de FUNDESALUD, la Fundación Sant Joan de Déu y el Parque Sanitario Sant Joan de Déu.