En concreto, el miércoles acudirá a la capital europea a la cumbre social tripartita. Además, el jueves y el viernes, el presidente en funciones estará en Bruselas en la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) en la que hablarán sobre Ucrania, la revisión del marco financiero plurianual 2021-2027, la economía, la migración y las cuestiones de política exterior, donde el conflicto entre Israel y Palestina tendrá un lugar destacado.

Fuentes socialistas aseguran a Servimedia que la agenda internacional hará que el líder socialista deje en el aire nuevas reuniones de la ronda de contactos con los colectivos civiles que está manteniendo esta semana.

En las filas socialistas insisten en mantener la “discreción” sobre cómo van las negociaciones con el resto de los partidos políticos para cerrar el apoyo a Sánchez, pero auguran que “ahora va a ir más rápido” porque ya hace días desde que el Rey encargó a Sánchez la investidura.

No obstante, no se atreven en Ferraz a hablar de fechas para la investidura y sostienen que hasta el límite del 27 de noviembre hay margen para cerrar acuerdos.

Entre esos pactos, destacan el de Sumar que, por tratarse de un acuerdo de Gobierno, tendrá una liturgia especial, aunque no aseguran si se alcanzará antes o después que con otros partidos.

Sobre este acuerdo con la coalición que lidera la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en el PSOE no dudan de que se cerrará pese a las diferencias que están viéndose dentro de ese espacio entre Sumar y Podemos.

En el PSOE evitan hacer comentario alguno porque se trata de una coalición de la que reconocen el liderazgo a Díaz y, por tanto, consideran que debe ser la vicepresidenta la que atienda las críticas desde la formación que lidera la también ministra Ione Belarra.

En cuanto a las críticas desde el PP sobre que todavía no hay fecha para la investidura, en el PSOE trasladan que el Partido Popular no tuvo ningún problema en hacer “perder el tiempo” al país en una investidura que fue una “farsa”.

“Más de un mes”, recuerdan, estuvo el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, preparando su investidura y “ahora quieren vivir deprisa, pero no por el interés de España”, sino “por interés del PP y Feijóo, cuyo único objetivo es llevar al país a unas nuevas elecciones”.

Desde el PSOE aseguran que ese es el objetivo en Génova porque “si hay elecciones, Feijóo se mantiene al frente del PP”, mientras que “si hay un Gobierno progresista, Feijóo será cuestionado internamente”.

Al margen de la crítica, en el PSOE apuntan a que Sánchez está “en los plazos” de investiduras anteriores y que ahora mismo ronda la veintena de días, como ocurrió en 1996 con el candidato popular, Jose María Aznar.

El mayor plazo para una investidura desde la designación del Rey y el debate parlamentario ocurrió en 2019 cuando Sánchez empleó 46 días; le sigue Feijóo, con los 35 días en su reciente intento de investidura, y Rajoy en 2016, cuando empleó 32 hasta el debate que se celebró un 30 de agosto.

No obstante, en el PSOE quieren poner el foco en que “lo relevante” es que van “a una investidura posible” y “eso es lo único que teme el PP” y de ahí, denuncian fuentes socialistas, “el jaleo, el pataleo en la calle y las prisas” que manifiestan constantemente.