Deporte

El tenista Cisco García aconseja desde su silla de ruedas “seguir siempre por muy feas que estén las cosas”

- Ha escrito un libro 'Irrompible' y tiene un podcast con su mujer Raquel Rostro

MADRID
SERVIMEDIA

Cisco García (1982) es un tenista en silla de ruedas que estuvo a un 'clic' de ir a jugar a Tel Aviv (Israel) pero prefirió quedarse con su familia y no viajar justo cuando estalló la guerra en Gaza. Su filosofía es “seguir siempre, por muy feas que estén las cosas”. Ha escrito el libro 'Irrompible' y tiene un podcast con su mujer Raquel Rostro.

Cisco García (1982) es un tenista profesional, escritor, conferenciante, ‘influencer’ y además antes se dedicaba a la abogacía. Por encima de todo, él se define como cordobés, marido de Raquel Rostro y padre de dos niños: Gonzalo y Álvaro. Su vida cambió el 28 de diciembre de 2015, cuando hizo un salto de 10 metros de plano con su snowboard en una estación de esquí en Austria, algo que había practicado muchas veces, pero ese día no salió bien.

El andaluz no se rindió y terminó siendo más fuerte. “A los ochos meses fui a Japón, era muy pronto porque en ese tiempo algunos compañeros ni siquiera habían salido del hospital”, relata en una entrevista a Servimedia. Cisco afirma que con la silla hace “auténticas barbaridades”. Estuvo en Sri Lanka, va a la playa, va en moto por el campo, estuvo en Panamá, en Costa Rica, se tiró en tirolina, y saltó en paracaídas en Tailandia. La clave considera que es “no plantearme demasiado si puedo hacer o no algo”.

Su espíritu aventurero fue siempre el mismo. Él y tres amigos suyos de Córdoba frustraron un secuestro virtual, dos años antes del accidente de García (2013), en México. Al final no pasó nada y consiguieron escapar del chantaje.

La rueda de los sueños nunca paró, García siempre fue inquieto y después del accidente eso no podía cambiar. Con Raquel, su mujer, subía vídeos cantando a redes sociales; y a raíz de ahí Vanesa Martín conoció su historia y eso le inspiró a componerle al andaluz un tema, ‘Salto mortal’, que él estima como canción principal de la banda sonora de su vida.

Cisco y Raquel tienen un podcast en Podimo titulado 'No es para tanto’. “Es un proyecto que me hace mucha ilusión, en principio firmamos 8 capítulos y vamos por la segunda temporada, algunos de los episodios hablamos con invitados”, dijo. Además, proyectos no le faltan y es que da conferencias, sigue “yendo a la tele”, y gestiona sus perfiles públicos en redes sociales, “son una forma de comunicarse y entretenerse”, subrayó.

Antes del accidente él ya jugaba a tenis, pero no de forma profesional, ahora busca una plaza para los Juegos Paralímpicos de París, ya que se quedó a las puertas de participar en los de Tokyo; y aunque juega menos competiciones porque tiene dos hijos pequeños, lo compagina “lo mejor que puede” para lograr su objetivo que es la cita Paralímpica de 2024.

Reconoce que su mayor virtud es la perseverancia y dos títulos tenísticos que no va a olvidar son el Subcampeonato del Mundo de 2021 y la medalla de bronce de los Juegos Paraeuropeos en agosto de 2023, que ganó con Martín de la Puente.

SU PROYECTO MÁS IMPOTANTE

Su familia es el proyecto más importante de la vida del tenista. “Son los que van a estar siempre, tanto en lo bueno como en lo malo”, afirmó a Servimedia. Tras el accidente, su novia por aquel entonces, y ahora esposa, Raquel, lo apoyó al cien por cien. Y a pesar de que él tiene una lesión medular, sometiéndose a un procedimiento de Fecundación In Vitro pudieron tener dos hijos. Insiste en que el secreto para tener una familia unida es “ser generoso y ceder en la convivencia”.

La discapacidad le ha abierto muchas puertas y reconoce que "agudiza el ingenio"; odia el 'ay, pobrecito', y lo que más le llena es haber podido tocar e inspirar la vida de otras personas. El 'influencer' le dio la vuelta al partido, y convirtió un 'break' en 'set ball'. Se consideró "impaciente"; y dijo que los días más felices de su vida fueron cuando nacieron sus hijos. Si fuera un color sería el rojo y su mayor pasión es viajar.

Raquel, que es médico de paliativos, vio en una ocasión el libro de Cisco 'Irrompible: El arte de levantarse siempre una vez más' en la mesita de un paciente y cuando se lo contó, el cordobés no pudo emocionarse más.

Si no hubiera tenido el accidente, “no sabe si habría llegado a donde está”. Lo que sí se ve es que lleva por bandera la valentía, y su mayor aprendizaje tatuado en el alma: “Hay que seguir siempre, por muy feas que estén las cosas”.

(SERVIMEDIA)
30 Mar 2024
MCG/pai/clc