La Infanta Elena y la ministra de Educación presidirán la investidura de Teresa Perales como doctora 'honoris causa' por la UNED

El acto solemne se celebró en el Edificio de Humanidades de esa universidad y fue presidido por el rector magnífico de la UNED, Ricardo Mairal; la infanta Elena, presidenta de honor del Comité Paralímpico Español (CPE); la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría; el presidente del Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), y el presidente del Grupo Social ONCE y del CPE, Miguel Carballeda.

Además, se enmarcó en la festividad de Santo Tomás de Aquino, centrado este año en deporte y discapacidad. Perales, que atesora en su palmarés con 27 medallas paralímpicas, 22 mundiales y 43 europeas, recibió el reconocimiento de la UNED tanto por su trayectoria deportiva como por su compromiso social. La propuesta corrió a cargo de la Escuela Internacional de Doctorado de la universidad.

Durante el ritual de investidura en la mesa de juramentos, el rector entregó a Perales el título de doctora 'honoris causa' e impuso el birrete laureado. La nadadora recibió el libro de la ciencia, el anillo y los guantes blancos, y juró respetar todos los derechos, privilegios y honores de la UNED en cualquier parte del mundo.

Ante el libro de los Estatutos de la UNED, pronunció el juramento. Incorporada al claustro de la UNED, pronunció un discurso improvisado y emotivo en el que lanzó el mensaje principal de que las personas son "un diamante en bruto que pulir" y no se plieguen ante las adversidades.

“NO ME RENDÍ”

Perales recordó que cuando tenía 17 años comenzó a estudiar en el centro de la UNED en Calatayud, hasta donde la llevaba su abuelo desde Zaragoza porque ella no tenía carné de conducir. A los 19 años contrajo una enfermedad neurológica que la obliga desde entonces a desplazarse en silla de ruedas.

"No me rendí, yo quería seguir estudiando, quería seguir con mi vida", comentó, antes de recordar que tuvo que viajar hasta la universidad subiendo "a rastras" las escaleras del autobús, ya que entonces ese medio de transporte no estaba adaptado para personas con movilidad reducida.

Entonces, Perales subrayó que conoció a un fisioterapeuta que le hizo cambiar de estudios y cursó Fisioterapia en la Universidad de Zaragoza. Actualmente, es diplomada en esa carrera.

"Fueron años duros y, a la vez, extraordinarios. Nunca ha querido quedarme con la parte negativa de las cosas. Me parece aburrido. Me parece egoísta, me parece absurdo, me parece que es no reconocer un regalo tan precioso y tan maravilloso como es estar vivo", comentó, al tiempo que dedicó unas palabras a su padre, que falleció con 45 años.

"La vida es un regalo y, por muy difícil que se ponga el camino, y a mí me lo ha puesto muy complicado y me lo sigue poniendo muy complicado muchas veces, sigo sin querer rendirme y es una de las cosas que más orgullosa me hace sentirme", indicó.

Perales aseguró que no ve "tanto mérito" a las medallas que ha logrado como nadadora y destacó que le "encanta" compartir su experiencia. "El único ejemplo que de verdad puedo dar es que, partamos de donde partamos, podemos llegar hasta donde queramos porque solo hay una cosa que de verdad es esencial y es la fuerza de voluntad que tiene el ser humano", apostilló.

En este sentido, sentenció que "tener una discapacidad no tiene por qué determinarte, solo es algo que te acompaña, pero ya está". Tras ser la primera diplomada española en fisioterapia de España "estando en silla de ruedas", reconoció: "Esto es lo mío: romper barreras".

Así, recordó a un amigo que la calificó como "persona disruptiva". "Me encanta. No es que me encante llevar la contraria porque sí. Me encanta que no nos quedemos con las apariencias, me encanta que no demos nada por garantizado, que no demos nada por hecho, que no pensemos solamente en lo que vemos, sino que por muchas dificultades que pueda encontrar en el camino, pienso seguir adelante", comentó.

“ME HICE MÁS FUERTE”

Además, señaló que su primer entrenador, Ramiro Duce, la definió como "un diamante en bruto que se tenía que pulir". "Ojalá todos los profesores en algún momento de vuestras vidas le digáis a cada uno de vuestros alumnos que son diamantes en bruto que se pueden pulir porque sin quererlo les podéis cambiar la vida", comentó Perales a los asistentes en el salón de actos del Edificio de Humanidades de la UNED.

"Me cambió la vida en aquel momento difícil, en el que me acababa de quedar en silla de ruedas, en el que yo ponía el foco en que no podía mover mis piernas y en el que él me hizo entender que lo importante era que supiera mover muy bien mis brazos y que me convirtiera en una persona excelente en el agua. Y eso es lo que me ha movido durante toda mi vida: tratar de que lo poquito que se hacer bien, hacerlo muy bien, hacerlo de manera muy excelente y que nada me pare en ese en ese camino", explicó.

Perales lanzó un mensaje a los jóvenes para que no se rindan cuando alguien les desanima a realizar alguna actividad. "Me han dicho muchas veces mejor no lo hagas, mejor quédate aquí, no lo intentes... Lo que no saben es que cada vez que me dijeron eso yo me hice más fuerte", apuntó.

La nadadora agradeció con "tremendo honor" ser reconocida como doctora 'honoris causa' y concluyó: "Quiero compartirlo con todas aquellas personas a las que muchas veces se les juzga sin ninguna razón y no se les da la oportunidad. Cuando te han dicho muchas veces 'no puedes y esto no es para ti', puedes quedar en la tentación de creértelo. Así que el mensaje con el que quiero terminar es: por favor, cambiemos la historia con ese otro mensaje de que eres un diamante en bruto que tenemos que pulir".

DEPORTISTA Y COMPROMETIDA

Nacida en Zaragoza en 1975, Teresa Perales perdió la movilidad en las piernas a los 19 años. Es deportista de alto nivel desde 1998. Ha participado en seis Juegos Paralímpicos y fue abanderada del equipo paralímpico español en los Juegos de Londres 2012.

En 2014 recibió la Gran Cruz del Mérito Deportivo, en 2017 fue condecorada con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, en 2019 resultó distinguida con la Orden Olímpica por el Comité Olímpico Español (COE) y en 2021 fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes,

Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Zaragoza y experta en coaching personal y deportivo, Perales desempeñó diferentes cargos de gestión y de responsabilidad pública como diputada en las Cortes de Aragón y como directora general de Atención a la Dependencia del Departamento de Servicios Sociales y Familia del Gobierno de Aragón.

Además, ejerció como asesora del Departamento de Servicios Sociales y Familia y del Área de Fomento y Deporte del Ayuntamiento de Zaragoza. Es también miembro de la Comisión de Juegos Paralímpicos del Comité Paralímpico Internacional y miembro del Consejo Asesor de la Fundación Príncipe de Gerona. Junto con su marido, Mariano Menor, ha escrito dos libros: 'Mi vida sobre ruedas' y 'La fuerza de un sueño'.

Recientemente, batió el récord del mundo de los 150 metros estilos en las Series Mundiales de Aberdeen (Reino Unido) y esta semana volvió de Melbourne (Australia) tras participar en una competición.